Lo haré para enlazar la música tradicional cretense, de la que hablé (Desde la popa) al tratar de Psarandónis, Nikos Xyloúris y Loudovikos ton Anogíon, con el Éntejno -lo clásico-. De la figura cretense en ese estilo, Manos Hatzidakis, parlaré otro día. Pero sobre todo menciono el escándalo para introducir a los precursores, los primeros de los que existe registro sonoro, los Protomastores o primeros maestros cretenses.
Porque Yoryis Kutzurélis, el músico que le acusó de plagio, tiene esta consideración en su isla, al lado de otros grandes como Rodinós, Baxevánis o Skordalós, este último al que más se parecía Nikos Xyloúris. Para que os hagáis una idea: hablar en Creta de estos músicos es como hacerlo entre flamencos de Manuel Torre, Tomás Pavón o Antonio Chacón y en Asturias de Juanín de Mieres, El maragatu o Claverol.
La canción objeto de pleito se titula ´Armenojorianós syrtos`. Mi opinión, no autorizada, es que el parecido, existiendo, en partes que se repiten en forma de estribillo, no es mucho mayor que el que podemos encontrar en otras composiciones, porque ambas están escritas sobre la base del syrto tradicional. El error reside, a mi juicio, en que el sirtaki de Theo que le catapultó a la fama, la banda sonora, buena para una película, escapara de ella para convertirse en una representación simbólica hortera de lo griego, para consumo de turistas despistados o descerebrados. (Sigo ya mismo, pero paso esto por si me lo come...). Yasas!
Barbarómiros Jaztzipradakis.
Témperas, sin título Ramiro Rodríguez Prada Oviedo 2003 |
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