miércoles, 13 de julio de 2011

Huevos siracusanos

Tengo ya casi otra docena de huevos sicilianos que he ido reuniendo con amor y paciencia. No sé si llevarlos al mercao para venderlos al por menor, ahora que están a buen precio, o incubarlos y disfrutar del placer de ver a los pollinos palurdos detrás de su madre, pío pío pío, ¡es una gozada! No obstante, bien podría suceder que, con la reputación de la Palurdas siracusanas, en lugar de palurdinos me salgan patipollas, o putipollos, dadas las habladurías que las vienen relacionando con patos inmigrantes. Los putipollos - y patipollas- son más feos que Emilio el Botines y, aunque parlan inglés mejor que él, son también machorros. Habrá que estudiarlo, por si acaso...
Otro chiste malo del Philógelos adaptado al caso: Un ganso ático vio a una Palurda siracusana negra y pensó,"se  le murió el gallo y va de luto, es el momento de atacar". Yásas! Salud.
La curruca parda.

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