viernes, 9 de diciembre de 2011

Murias


Muria con Pampajarito
Morales del Arcediano
Noviembre 2011

Haré una serie de entradas en las que no hablaré mucho, pondré cuatro fotos en cada una hasta completar cuatro capítulos con el mismo título, Murias.  Acompañarán a Camisa de once varas y Muros, en Arquitectura, las últimas que  escribí en esa etiqueta y en las que también incluí fotos de muros, pero modernos, con mortero de cemento y arena.

La pimienta de muros, el Sedum acre, con ese gracioso nombre popular de Pampajarito, es una planta típica de la península Ibérica que puede ser incluída entre las crasas europeas por sus hojas carnosas donde acumula gran cantidad de líquidos, con radículas extendidas que no profundizan ya que se desarrolla en terrenos muy pobres y, más frecuentemente, sobre sedimentos vegetales en los muros y tejados, sin sustrato de base.
Necesita acumular reservas porque en tiempos de sequía no podrá extraer nada de un terreno inexistente. Así se comportan la mayoría de las crasas o los cactos que son las  prototípicas.

La razón de esta serie que anuncio la he explicado un par de veces. Es una promesa privada que hice a Philine Kleinknecht, una fotógrafa alemana a la que parecen gustarle las murias tradicionales. Y la  poesía. Pero de esta locura mía ella no sabe nada y dudo que se llegue a enterar. Así que fue por ella pero va por todos.

Arenisca y esquistos
Morales 2011

Como a mí también me gustan y la excusa es buena para compartir imagénes, ahí quedan.

Cualquiera diría que un muro, que se ha levantado sobre todo para separar y dividir territorios, propiedades y personas, pueda servir de objeto de intercambio estético.
Pero volvemos al trigo, los muros no son responsables de la burrez de los hombres.

Tampoco creo que a Philine le gusten los muros que se levantan contra la gente. Ellos han tenido durante años un ejemplo sangrante.
No todas las funciones que cumplían los muros eran, no obstante, para reafirmar o conservar la propiedad privada o colectiva. Eran a la par defensivos y ofensivos, contra otros grupos humanos, pero también contra los animales, o para protegerse de la intemperie.
Así nació la vivienda cuando abandonamos la gruta, de la conjunción de un muro y un techo.

Pero a priori el muro no es un símbolo simpático, remite más a la intolerancia que a la hermandad.

Esquistos y pizarras al sol

Y está el muro por excelencia, el de la cárcel, el que todo preso quisiera escalar. Pero coronado por alambradas y antes hay que sortear las eléctricas. El muro ya no es lo que era. Genuino sólo queda el de las lamentaciones, protegido por otro más vergonzoso y por la muralla del miedo de los fascismos impenitentes asustapueblos.

¡Y claro, los muros religiosos, raciales, económicos..., que no cesamos de levantar sin tumbar los anteriores!

Y éstos, las reliquias, que ya no tienen por función separar porque ellos también hacen el pueblo, donde por cierto queda ya poca gente viviendo. Casi son restos arqueológicos. Algunos de ellos, sin duda, tienen varios siglos de antigüedad, con muy pocos retoques de tanto en tanto.

Teniendo presentes pues las razones históricas, prácticas del nacimineto de los muros y el panorama real del Muralismo rampante en lo político,  nos quedamos con estas murias que son monumentos a la sobriedad, equilibrio y laboriosidad de los pueblos. Porque Morales del Arcediano sólo es un caso, notable, entre muchos.


Morales del Arcediano
Piedras doradas al atardecer
Noviembre 2011

A pocos kilómetros de Astorga, capital y cabeza de la región, Cepeda, Sequeda, Vega, etc., en la Maragatería está asentada Morales, a la vera del río Turienzo. Patria chica, como sabréis, de dos currucas pardas, la Blasensis y la Centenalis.
El modelo de construcción es muy semejante en todos los pueblos de Maragatería, donde la piedra es el material mayoritario. Arenisca, esquistos y pizarras muy alteradas son las rocas típicas. Pero los tejados son de teja.

Aunque la tapia, un tipo de muro de barro y cantos rodados prensados, es más frecuente en las otras zonas, que no cuentan con afloramientos de roca y sí con barreros en toda la ribera del Tuerto y tributarios, excavados por el río desde tiempos geológicos, en Maragatos también se encuentran tapiales, menos frecuentemente sin embargo. Por eso daremos espacio a los de piedra. Tiempo habrá para las tapias.

Trataré de intercalar otros temas entre los capítulos para que no resulte pesado a quienes no les vaya el asunto.
¡Y no iba a escribir!, no me quedarán palabras para tanta foto...

Continuará.

Salud y puertas abiertas.

Barbarómiros.

P.D. Quilapayún. La muralla.



Besos.


2 comentarios:

  1. ωραίες φωτογραφίες κι ωραίο τραγούδι

    Υγεία και πόρτες ανοικτές.

    ResponderEliminar
  2. Ναι, Quilapayún, είμαι γέρος!
    Αυτό το χωριό είναι όμορφος.

    Υγεία και ησυχία!

    ResponderEliminar