lunes, 19 de septiembre de 2011

Kolos


Culos en pompa

Tal vez convenga acotar un poco lo que entendemos aquí por chorizos culares, aparte de  los mostrencos rectales de Milito y los Kolokapitalistas*.

Ante todo hablamos de un embutido de carne magra o grasa, introducida en una tripa de calibre ancho o muy ancho, sobre manera en el ciego o el intestino grueso del marrano, de cualquier producto de la cabaña porcina en adobo de ajo, pimentón, orégano, sal y, ocasionalmente, pimienta negra en grano, que se cura al humo.
Milín no necesita leña de encina, tiene sopladores profesionales que le secan el zuruyo en el momento de la puesta.

Dicho lo cual, ¿en qué se diferencia de un chorizo normal?. Naturalmente en el grosor.
Un cular es un señor chorizo, por su envergadura ya ni es chorizo, es cular a secas, aunque rezume.  Comparte el nombre, todavía, con longanizas anoréxicas y ristras del cocido pero poco más tiene en común con ellas.
Los culares también se cuecen verdes, como algunos chorizos, frescos, con una curación corta.
El chosco asturiano y, en particular, los lomos culares se comen crudos porque no tienen huesos como el botillo, con un tiempo de curación medio, menos los de Milio que se pueden consumir todavía humeantes y sudorosos.

El lomo es un caso particular de cular magro que no se embute con la carne cortada o triturada y adobada, se adoba por fuera y se embute así.
En puridad los lomos no son chorizos culares porque no son chorizos, les falta esa cualidad de la carne picada o en trozos, pero sí son culares porque se introducen en una tripa de esa parte del intestino grueso, como dije.

Esto de las clasificaciones siempre plantea problemas.

Al chosco lo suelen acompañar las patatas cuando se consume cocido y al botillo, además, el repollo y unas tripas de sabadiego. Para aprovechar un poco el caldo se prepara una sopa de fideos que haga de primero.
Por supuesto Emi y sus compadres no saben de estos placeres de pobre porque ellos se adoban y se cuecen en sus propios jugos.
No confundirlo por eso con Emilio el de los Botillos, un paisano que los andaba vendiendo por el Bierzo cuando empezaron a terminarse las matanzas tradicionales. Sólo se parece a Emilio el de los Botines en el nombre de pila y en que los dos tratan con chorizos y con culares, pero de cerdos de distinta especie y familia.

Para todos rige, no obstante, el hecho de que el culo castellano viene del kolo griego.
Ellos no embuten carne de gorrino con pimentón, sólo salchichas, lukánika, y salchichón o salami, pero tienen chorizos y culares, ¡milagros de la alquimia chacinera moderna!.

* Milito y los Kolokapitalistas es un grupo de música punk que caga en directo sobre el escenario y vende los boñigos después del concierto a los fans, muy numerosos y acérrimos, que puedan pagarlos al contado con importantes descuentos, o en cómodos plazos mediante financiación y el regalo de un orinal  de perzolana con la foto de los culos de los miembros del grupo, al finalizar el pago del último plazo.
Un recurso imaginativo para ir tirando en tiempos difíciles en que no se vende una mierda. De todos modos, ¿cuándo vendieron otra cosa?.

Seguiremos informando.

Yasas, salud!

Txantxo Gorri Nako.