lunes, 17 de octubre de 2011

Muros


Eubea, agosto 2011

En el núcleo de los pueblos, asentados por lo común en pequeñas colinas en torno a un puerto o una playa, con vistas al mar, sobre un subsuelo muy rocoso que en la mayoría de las viviendas antiguas sirvió como cimiento firme aprovechando los afloramientos, se conservan todavía estas casas o la base de sus paredes sobre las que se levantan algunas de las actuales de ladrillo y cemento.
Pero tienden a desaparecer más pronto que tarde. Son muy pocas las habitadas y el resto se usan de trasteros o, como mucho, de gallineros.

En las cercas, murias, muretes y muros se destapa un poco el humor popular sencillo del artesano que todos llevamos dentro. Y el trabajo tampoco es como para necesitar el visto bueno de un arquitecto. Con un poco de curiosidad basta.
Ya nos hemos referido a los tipos de muro más frecuentes, pero repito: nunca de ladrillo visto, pocos revocados, bastantes más de hormigón y la mayoría de piedra local, porque es el material disponible, asentada en cemento.


El murete de Nikos
Hostal los rosales
Ayioi Apostoli 2011

No hay mucho que explicar. Es la parte interior que da a la casa, no se ve desde la calle con lo que de ofender sólo lo haría a la vista de los dueños o los huéspedes.  A mí gusta, hubiera preferido otro material diferente para asentar las piedras, pero me dirán que ya no están los tiempos. No es el Palacio de Ilion ni lo pretende, sin embargo tiene su gracia y Nikos aprovechó material de desecho. Eso me estorba menos.
No es la horterada horrible típica de algunas casas que hemos visto en España forradas de trozos de azulejos, de la especie más chillona que se encontró en el cascajal, con la excusa de que también lo hizo Gaudí. Es una obra humilde pero digna y no carente de simpatía, ¿le puede sacar más partido,  un hombre que no se dedica a ello, a un pobre muraco?.
El cubículo sirve de aliviadero por si hubiera un chaparrón histórico pero, sobre todo para posar el "elinikó kafés" o la bira mientras se trabaja en los rosales, las llaves, el pan, cualquier impreso o recado...

Se reía Nikos de que fotografiara su obra porque ni él se la tomaba en serio, pero ahí está. Bravo, Niko!


Aliviaderos/adornos de un muro
Ayioi Apostoli, agosto 2011

En el muro de una casa de apartamentos de un familiar de Maquis, el hombre que nos alquiló habitaciones estos  últimos años y que nos dió de cenar, con su familia, la mitad de las vacaciones.
Las fotos que saqué de él y de la taberna no me gustan y no quiero poner fotografías personales sin permiso. Sobre todo si no son buenas.
Hice una escepción aquí con los autorretratos, para los que no necesito licencia, y con la gitanilla Ioanna porque ella se empeñó en salir, a toda costa. Lo siento porque Maquis es de las personas que apreciamos.
Y lo mismo diré de i kiría Stavrula, la señora Crucita, y mi amigo Spiros, a quienes conocimos este año y que nos trataron como si fueramos de casa. No disfruto tirando de máquina para inmortalizar el momento y cuando lo hago la cago. Como la mayoría supongo, prefiero las emociones in situ a las diferidas. Pero eso no disculpa que los mínimos disparos que hice fueran tan  mediocres.

Hablábamos de muros. Aunque me fui por los cerros porque no hay mucho más que añadir, supongo.

El muro de Nikos
Eubea 2011

Y cierro ya el tema con la foto del machón de la puerta de una cerca  por delante de la que pasábamos todos los días, y de la que ya coloqué más fotos: aquí la del sol de piedra, pétrinos ilios, y otras en Gallinas siracusanas, de un cisne un poco chusco.
Me han dado mucha guerra estos cinco capítulos de las casas porque, por una parte, quisiera trasmitir lo poco que creo saber y, al tiempo, tropiezo con mi falta de recursos y limitados conocimientos en la materia.  Y eso que son las entradas donde más fotografías he colgado.
Me siento, además, observado por el Capi, que no me reñiría pero al que no me gustaría defraudar del todo ya que él es el especialista. Se me escapan muchas cosas como los entendidos comprenderán.

Eubea, agosto 2011

Me quedo un poco tristón porque  son pocos y no son los muros que a mí me gustaría enseñar. Estamos hablando de una zona de Grecia con propiedades y viviendas levantadas recientemente donde ya no es posible ver las murias de Galicia, Santander o Asturias, por poner tres ejemplos cercanos. Pero recuerdo también las de Jíos o Mitilene (Lesbos) o la de las zonas norteñas del interior de Grecia.

Prevenido como estoy, si hay más años,  andaré a la caza. Lo siento.

Hasta otro día. Salud, yeia sas!

Barbarómiros.