jueves, 19 de enero de 2012

Petros Márkaris, Ο Πέτρος Μάρκαρης -2


2011, se rompió la magia...

"Fanis y Katerina viven en un piso de 65 metros cuadrados en el barrio de Neo Psijikó, junto al parque de la Libertad... El sueldo de médico de la sanidad pública limita a Fanis a lo imprescindible".

Si un cardiólogo de la Seguridad Social se ve limitado a lo imprescindible imaginad el panorama.
Algunas ironías sobre los europeos, de los ingleses por ejemplo. Acaban de asesinar al director en Atenas del First British Bank:

"¿No tienen guardias de seguridad?
No, sólo una alarma. Tampoco hay puertas con cámaras, de esas que fotografían a los que cruzan. La tacañería de los ingleses... Nosotros, al menos, nos hemos ido a pique por derrochadores, pero ellos, con lo míseros que son, ¿cómo demonios han podido irse a pique?".

"...por lo general a los ingleses les interesan las detenciones expeditivas. Prefieren condenar primero y juzgar después. Es lo que hicieron con el IRA y sus errores tardaron años en salir a la luz".

Sin olvidar en ningún momento quienes son los auténticos responsables del desaguisado griego, los especuladores bancarios y financieros en comandita con políticos corruptos, y siguen, Márkaris trata de equidistar en las responsabilidades asumiendo las que a cada uno le corresponden en la crisis, sin olvidar al ciudadano de a pie, y lo hace en sus escritos y entrevistas.
Lo hemos escuchado el último año en alguna y pensamos lo que ya hemos defendido aquí, que nos parece correcto democratizar la culpa pero asumiendo cada cual la propia, parodiando el principio comunista, "a cada uno según sus responsabilidades, de cada uno según su estropicio", no que la mayoría trabajadora pague a escote los platos rotos del busuki skyládiko de los ricos, mientras vemos cómo se van de rositas y acrecientan su riqueza. Hasta Petros parece asumir la derrota popular.

Pero volvamos a las citas. Sotirópulos, un periodista de izquierda de la época de la Politécnica, pero que ahora es un "Robespierre vestido de Armani", que calza Timberland, como decía en otra de sus novelas, aburguesado pues, aparece en todas las de Jaritos y mantiene con él un tira y afloja de amor odio.
El progre trata de meter en el mismo paquete de los culpables al gobierno y a la policía como funcionarios fieles.

"Ahora que habéis hundido al país entero...", le dice, y piensa el comisario, "Sus opiniones sobre la tragedia acuática de Grecia no me conciernen". Y más adelante, "¿Cuándo superarás tus obsesiones izquierdistas? Aún piensas en términos de <vosotros otormentáis a los pobres negros>. Nadie en este país maltrata a los negros, Sotirópulos. ¿Y sabes porqué? Porque, con la que está cayendo últimamente, ahora los negros somos nosotros". Y,..."el comunista y el madero tienen que nadar unidos en la misma mierda".

Las ideas claras y la argumentación especiosa, que me recordaba un cuento de Roidis, por parte de un tiburón de una agencia internacional de calificación en una entrenvista televisada:

"Las sociedades del bienestar no existen, señor G. Sólo existen grupos de presión. Empresarios que luchan por defender sus intereses, trabajadores que luchan por los suyos a través de los sindicatos y de otras organizaciones... Sólo existen grupos que defienden sus intereses. La sociedad a la que usted alude es un invento".

Como creo que me estoy yendo otra vez muy lejos haré un tercer capítulo sobre Márkaris porque aún me queda media página de citas, y con los cortos comentarios de introducción y demás que voy haciendo me sobrará material.
Quiero recordar en cada uno de ellos que el libro de donde estraigo las citas es el titulado "Con el agua al cuello" (2010), publicado en 2011 por Tusquets editores, con traducción de Ersi Samará, que ha realizado la mayoría de la saga del comisario Jaritos.

Πανδήμια, Pandemia, Γουρούνια στην ομίχλη, Cerdos en la niebla, e imágenes del 2008, anarkopunk griego.



Υγεία, Salud!

Ramiro Rodríguez Prada

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