sábado, 25 de febrero de 2012

Tapias -7


Lateral de adobes en Piloña
Infiesto, Asturias, febrero 2012

Vi pocas paredes de adobe en Asturias, alguna en laterales de casas viejas como ésta en los pueblos y aldeas. Pero no había prestado mucha atención. Aquí tiene mucha más presencia la piedra.
Era un día lluvioso y estaba algo lejos, aunque hice un plano más corto con el objetivo, imagen que espero poner en otro capítulo posterior sobre adobes (no salgo del barro, como el Gordito...).

Lo poco que pude apreciar a esa distancia y a simple vista tiene que ver con el modelo de adobe, diferente al leonés y al castellano.
Para empezar el tamaño es más pequeño y sobre todo más estrecho que los tradicionales allí, se asemeja al ladrillo macizo.

La segunda cosa que llama la atención, más importante, es la composición del material. Éste se diría mucho más compacto y perfilado, como si la proporción de arcilla fuera superior a la de la meseta. Y lo que aún resulta más significativo: no lleva, que se vea, vegetales, paja, etc., en la mezcla. Podría confundirse con una partida de ladrillos macizos que no pasó por el horno de cocción. Y los más claros parecen incluso de caolín.

Por otra parte la colocación es también la típica de una pared de ladrillo y no parecen fijados por ningún mortero, ¿tal vez la paredilla de abajo, con barro o alguna especie de barbotina?...

A ver si ahora que ando con las manos en la ma..., en el barro, me entero mejor de estos pormenores locales de mi propia tierra actual, porque vivo en Pasmaópolis, compadres. 

Ventana de un pajar en casa de adobes
San Justo de la Vega, León  2011

Éste es uno de los aleros de pizarra más elegantes y antiguos que quedan en el pueblo. Bloques regulares, bien trabajados, colocados sin fisuras y de un grosor importante, el más firme de los que hemos podido ver.

En realidad de los adobes no hay mucho que decir aquí, son de tamaño pequeño, la mitad en todas las dimensiones a los más habituales aquí. Tiene quizá interés la forma en que han sido colocados. Ni en espiga como expliqué que construían los tabiques de adobe de las habitaciones, ni como ladrillos  estrictamente. Pusieron una hilada a lo largo y otra encima a lo ancho. En casos raros también se hace con el ladrillo visto, aunque son más frecuentes otros dibujos.

La costumbre de los revoques y enlucidos con cemento, cal  hidráulica o yeso plantea también sus problemas aparte de la fijación del material a la pared de adobe o tapia.
Ya dijimos que en casos difíciles, y en los interiores, clavaban una alambrera con profusión de tachuelas sobre la que después cargaban.
En algunos casos, para conseguir una mayor adherencia de la carga, en particular como mortero de las bases de piedra y otros usos de aglutinante, y cuando ya el cemento empezaba a  imponerse, se le añadía a la cal un poco de cemento.

Sin embargo, cubrir una pared de barro con otros materiales altera la relación de intercambio  ambiental que tapias y adobes mantienen con el exterior y puede dañarlos debilitando su consistencia, degradándolos y comprometiendo, en casos extremos, la propia sustentacion del edificio.
Esta solución más estética que práctica en realidad, adoptada no obstante por la gran mayoría,  modifica también la humedad interna de las viviendas de barro y provoca más condensación en los interiores.

Aparte de los años que tiene esa pared de la foto que justifican por si solos el mínimo deterioro visible, hay muchas casas en el pueblo, menos viejas y la mayoría sin habitar, con grandes desconchones en revoques más recientes.
Tendremos ocasión de ver algún otro ejemplo fotográfico más adelante, aunque ya nos vale éste de momento.

Casina auxiliar de adobe
San Justo de la Uve, León 2011

La pared de barro, como quiera que sea, necesita "respirar", como el buen queso o el pan.

Estuve hablando también con David, albañil poco mayor que yo, que vive cerca de la casina de la foto y que recordaba todavía alguna pared de adobe que le tocó ayudar a construir de joven. Primero hacer los adobes y después levantar las paredes. No es tan mayor, frisa los sesenta.

Aquí utilizaron el sistema de colocación de los ladrillos, si exceptuamos esa fila que pusieron de canto. El calibre de los adobes es también pequeño, más frecuente en las últimas paredes que se hicieron en el pueblo. Es ya una construcción mixta relativamente reciente, con base de ladrillo, alero de madera que también denuncia su juventud frente a los de pizarra, y carga de cemento en los laterales.
Por su izquierda aparecen los más modernos y feísimos bloques y está pegada por la derecha a una más antigua construcción de tapia.

Un mensaje para Valentín Cabañas (Karasur).

Puesto al habla por fin con Leandro Rabanal, el maestro de obras retirado y apuntador especialista en estos capítulos, me dice que tanto las drizas de esparto (las tomizas) como las barras de hierro para sujetar los encofrados le parecen apropiadas para dicho fin y lo considera una particularidad regional entre tantas, en función de la disponibilidad de materiales o usos de cada lugar. En esta zona eran de madera.

Los agujeros que vemos en muchas tapias leonesas se dejaban por carecer de importancia el asunto o deliberadamente, como hemos dicho, para ventilación. Pero la mayoría también se tapaban, con barro.

No hablamos de los palomares pero me emplazó a visitar uno cilíndrico que todavía queda en pie en el pueblo (creo que fue el último que yo vi por dentro hace 40 años, entonces lleno de palomas)

No me he cansado todavía del barro, pero reconozco que irá bien un largo paréntesis, a mí el primero, que ya tengo complejo de entapiado, una modalidad de las emparedadas, aquellas mujeres que se encerraban de por vida (o las encerraban) en una celda estrechísima y helada, con un ventanuco abierto cruzado por una reja por donde las cuitadas recibían la caridad de los pocos que las recordaran, hasta morir de hambre, llámale privaciones, frío e inanición finalmente.

Prisión ésa que es posible ver todavía en Astorga asomándose al ventano desde la calle:

Al lado
 del Palacio Episcopal
de don Antoni Gaudí (i Cornet),
de la estatua del poeta local
don Leopoldo Panero (Torbado),
a la sombra ¡os cura! y alargada
de la Santa Iglesia Catedral...

¡Con el clero, Sancho, hemos topado!

Peor que la más antigua ergástula romana que es también visible y visitable en Asturica Augusta.

No, lo mio no es para tanto, carayo. 

Puturrú de fuá, en un auténtico espiritual de los (Mo) negros, de su disco Menage a truá, Déjame que bese al Arzobispo.

Salud y buenas noches.


Barbarómiros
  

7 comentarios:

  1. Estimado psilico:
    Suponía que rellenaban los huecos, pero me extrañaba no ver trazas de ello. En cualquier caso, aclarado queda el asunto y agradecido el que suscribe por tu interés en desvelar sus dudas.
    Leo con placer tus entradas y me da igual el tema que traten. Eres de buen contar, entretenido y didáctico, cosa que ya le gustaría a muchos de los que hacen de la enseñanza su día a día.
    Déjame que añada un poco de terminología, sin ánimo de ser pedante, pero creo que te gustará. La forma de colocar los ladrillos en la ejecución de los muros se llama "aparejo" y de ahí, efectivamente, lo de aparejador. Cologar los ladrillos a lo largo se denomina colocarlos "a soga" y hacerlo a lo ancho es ponerlos "a tizón". Si los colocáramos mostrando la cara mayor del ladrillo (tabla), se diría que los colocamos "a panderete".
    El aparejo en el que una hilada se pone a tizón y la siguiente a soga (tiene que se en muros de pié) es a la inglesa y hay variantes en función de como se haga la traba entre hiladas sucesivas. Lo de las trabas puede convertirse en un verdadero rompecabezas en las uniones de distintos muros, aunque me temo que esto se quede confinado a los tortuosos exámenes de construcción... qué tiempos.
    Te mando un enlace a la wikipedia en la que aclara estas cosas mucho mejor que yo. Me llama mucho la atención el hecho de que un ladrillo tenga un nombre distinto para cada cara e incluso para cada arista. Tabla, canto y testa para las caras. Soga, tizón y grueso para las aristas. Creo que esto es resultado de que son miles de años los que el hombre lleva con un ladrillo entre las manos.
    Un abrazo, psilico.

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  2. El enlace que se me había olvidado:
    http://es.wikipedia.org/wiki/Ladrillo

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  3. Ninguna pedantería hay en ello, Valentín, muy agradecido, pero no sólo en mi nombre sino en el de todos aquellos que sé que disfrutaron con
    estos capítulos, es un lujo tu ayuda y yo en concreto amo las palabras, ¡y qué guapas éstas que apuntas!. Alguna la conocía, son las mismas que utilizan aquí, pero no me atreví a usarlas porque mi conocimiento no pasaba de lo nominal. Por eso elegí la explicación breve. Ahora sabemos un poco más.

    Prefiero tu aportación a la de Wikipedia, y frecuento poco la red, aún reconociendo que se puede encontrar mucha información, pero gracias también por el enlace.

    Tengo pendiente algo más sobre adobes y Leandro me dijo que me faltaba alguna foto de lo que he llamado, descriptivamente porque no sé el nombre y él no lo recordaba, "colocación en espiga", pues parece que era el procedimiento común, no sólo en tabiques como dije, sino también en las paredes maestras. Será más adelante.

    Y para entonces me gustaría tener ya algún dato de los palomares, con fotos y la visita que espero hacer a ése del pueblo.
    Me han hablado también de la casa de un contratista donde se almacenarían algunos de esos utensilios ya históricos, como las adoberas, pero me falta confirmarlo. Pasé muchas cosas por alto y olvidé otras importantes, como por ejemplo el "pisón" que se utilizaba para comprimir la masa de barro en el encofrado de las tapias, en fin...

    ¡Medio en broma medio en serio estoy embarrado de arriba abajo!

    Un abrazo, Valen, y gracias de nuevo, esta vez por tus piropos que son los de un amigo. Lo que también quiero ser para ti.

    Ramiro.

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  4. Pues yo también echo de menos esa fotografía de los adobes colocados en espiga que dices. El nombre exácto es ese, aparejo en espiga, también en espina (de pez). Es un aparejo romano llamado "opus spicatum" y yo lo he visto siempre en pavimentos (modernos, pero también en yacimientos arqueológicos romanos, concretamente recuerdo el patio de una casa romana en el valle de Alcudia). Los aparejos romanos son interesantísimos y me vuelve ahora la idea, recurrente, de que en albañilería, hemos hecho muy pocas cosas nuevas en dos mil años.

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  5. Tendremos esa foto, Valentín, porque Leandro me dijo que tiene localizada una pared que todavía resiste. Y tienen que quedar más.

    Me da la impresión de que la tendencia ha sido prescindir de los albañiles en lo posible, la mano de obra es lo más caro del proceso y las máquinas, los prefabricados, etc., sustituyen al profesional.
    No sólo hicimos pocas cosas nuevas, creo que el albañil moderno tiene menos conocimientos que el antiguo, ¿cuántos se atreverían hoy a levantar una casa sin la ayuda de un profesional titulado, aparte de la imposibilidad legal?
    Todo esto sólo parece beneficiar a los grandes monopolistas del negocio, porque ni las viviendas son mejores ni más baratas.¡El sometimiento de por vida a la sacrosanta hipoteca es el signo del urbanismo moderno y no la necesidad o la racionalidad!

    No quiero seguir que me deprimo...

    Un abrazo y caiga salud!

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  6. No se trata tando de prescindir de los albañiles como de una especialización mal entendida. Antes el oficio era el de albañil, ahora se es yesaire, alicatador, estructurista, escayolista, ladrillero, etc y no se sabe hacer otra cosa. De esta forma se ha perdido la concepción global del trabajo. Los tiempos mandan, se precisan especialistas que hagan su trabajo rápido y razonablemente bien, pero sobre todo rápido. De otra forma los costes se disparan, aún más.
    Conozco a quién sólo sabe colocar tejas, otro sólo ha colocado ladrillo visto. Si los sacas de ahí, son completamente novatos, inexpertos, un desastre.
    En fin, que llevas razón, el albañil moderno, o mejor dicho la legión de especialistas que lo han sustituido saben muchísimo menos que antes.
    Lo de la sacrosanta hipoteca da para mucho, pero me temo que hubo una intoxicación premeditada acerca de la construcción para desviar la atención de donde realmente estaba el problema. Poco a poco nos daremos cuenta de que el problema no es la construcción, de que todo ha sido una orgía financiera disfrazada de distintas formas según el pais.
    Poco a poco entenderemos que la burbuja fue creada y fomentada por dos actores fundamentalmente, a saber, la banca en el ejercicio irresponsable de sus artes especulatorias y la administración, que se ha lucrado por varias y distintas vías con un chorro de oro que nos ha traido este diluvio de recortes cuando lo que parecía inagotable se ha cortado en seco.

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  7. El dedo en la llaga, Valentín, perfecto.
    Desalienta pensar que poco podemos hacer aparte de una resistencia pasiva o de escasa eficacia. Que sea la necesidad la que nos empuje a cambiar y no la evidencia antes del desatre es algo que me subleva. Tiene uno que dar la razón a los que proponen destruir para construir, y no salimos de esa dinámica agónica, joder!
    En esta batalla todas las víctimas somos civiles. A la clerecía política y financiera se la trae floja las catacumbas de barro.

    Poco a poco, pienso también yo, pero aunque ni la oración ni la basfemia sirvan de nada, sólo se me ocurre ciscarme en todos los especuladores y listos que se enriquecen con esto. ¡Mira que si funcionara!...

    Al margen de escatologías, gracias, Valen.

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