domingo, 4 de marzo de 2012

Sombras en la nieve -2


Asturias, febrero 2012

Hoy propongo una idea para un corto por si algún valiente la recoge, se atreve, sabe o tiene medios. Es un guión muy fácil, una pasada del 2009 que encontré en esos cuadernos que voy coleccionando con apuntes de lecturas y textos propios. No me acordaba de él, hubiera venido bien en las últimas elecciones en las que, para colmo de anarquismos, me tocó presidir mesa. Dieciocho horas esperando para votar nulo. ¡Porca miseria!
Lleva por título:

4 escenas pornodemocráticas

Elementos:

Una mesa con una urna donde en letras mayúsculas se lea con claridad  BOTE. Sobres con letreros de BOTO. Billetes de 50, 100, 200 y 500 (fotocopias...) euros. Una botella de leche y un vaso. Varias manos enguantadas o pintadas de blanco y de negro. La banda sonora de una piel ícula porno.

1ª Escena (La urna y el boto. El boto útil).

Será la más corta y simple. Un sobre de (b)voto se folla a una urna. En el climax la mano deja caer el sobre dentro, se retira y bota un segundo y un tercero, que hacen lo mismo.


2ª Escena (Eyabotadores precoces. El boto impotente).

Las mismas manos blancas. La primera golpea con fuerza la urna al introducir el sobre y hace lo mismo las dos o tres veces que lo mete y lo saca antes de soltarlo.
La segunda, después de dos intentos fallidos, necesitará el auxilio de otra mano, negra, como si fuera un mamporrero.
La tercera romperá la urna ya en el primer intento mientras oímos que se corre al mismo tiempo.

Pajares, febrero 2012

3ª Escena (Versión gore. Pornodemocracia barroca) 

Tres manos negras, por turno y sin prisas como en la 1ª escena, se follan la urna con billetes de 50 ó 100 euros. Sobre la mesa se verá un vaso de leche que reflejará las ondas de las embestidas, como en los dinosaurios, en un plano del vaso para cada machito follador.

Cuando termine el tercero, otro plano mostrará un escenario de bebedero patos, charquitos de leche, la urna desplazada con el letrero de BOTE medio destrozado, y toda llena de churretones de leche. Mientras se muestra este escenario se verán las manos del último jodeurnas desarrugando el billete en cuestión y guardándolo en el bolsillo.


4ª Escena (La urna y el capitalismo salvaje. La violación)

Varias manos, las  negras con billetes grandes y las blancas con los de 5, 10 ó 20 euros, compiten en el abuso colectivo. Los billetes más grandes desplazarán a los inferiores que apenas podrán participar, así el de 5 euros sólo entra y sale por la ranura superior una vez. Los billetes se empujan y el balance de la pelea favorece siempre a los grandes que permanecen más tiempo en la jodienda.
En la mesa habrá esta vez una bote ella de leche a la que veremos también moverse a impulsos de la violencia del acto. Poco a poco irá desplazándose hasta cerca del borde.

Un plano indicará que sólo quedan ya dos violadores, el de 200 y el de 500 euros. El de 200 se retira cediendo el puesto al más grande. Mientras siguen los jadeos, vemos cómo el primero desarruga su  billete recién usado y lo guarda en el bolsillo, como en la escena anterior. En ese momento oímos el orgasmo e inmediatamente, en el bolsillo, donde se mantiene el plano, aparece una mancha de humedad que se va extendiendo. En otro vemos la botella ya en el borde de la mesa.

Cesa la banda sonora y el plano indicará cómo las manos negras que hay sobre la urna, movida, arrancan el letrero de BOTE, lo colocan encima tapando la ranura, enfilan una larga raya de cocaína y se la  esnifan con el billete que le hemos visto enrollar.
Aspira con tal fuerza que el último plano sigue la caída de la botella y la extensión del charco de leche por el suelo oscuro.

Pantalla blanca de la leche y fundido negro final.


Asturias, febrero 2012

Apuntes

Las escenas son para rodar en blanco y negro preferentemente. Es muy importante acoplar la banda sonora a los planos concretos porque éstos son sintéticos y primerísimos. Los jadeos, murmullos, gritos y susurros, femeninos, puntearán con precisión, pues, cada plano.

La urna puede ser transparente y verse semillena/mediovacía, pero sólo de sobres con la leyenda BOTO, nunca billetes. Tampoco se verá otra cosa que las manos con los sobres, los billetes o guardando estos en el bolsillo de los pantalones, blancos. En el plano de la esnifada no se verá tampoco la nariz, sólo los dedos sujetando el billete enrollado y la raya cruzando transversalmente el letrero de -BOTE-

La iluminación no debería ser oscura, sin embargo serían preferibles los negros profundos, como en el expresionismo alemán. Son escenas de luces y sombras fuertes. Y de ilusionismo o magia, como prefiráis. Las manos de un prestidigitador ejecutan su número artístico, su barbaridad en el presente caso, salvo los desparrames señalados, con limpieza y a la vista de todos, nada por aquí, nada por allá. Acto preciso y quirúrgico.

Ramiro Rodríguez Prada


Parálisis Permanente, El Acto.


Salud y dulces sueños.