domingo, 25 de marzo de 2012

Con el Esguilatorres Juliensis


El esguilatorres calzado

Buenas noches. Son los pies del Treparriscos en el exilio de la calle, adicto a la nicotina como la que suscribe, Cannavina Carduélis, pardilla común para servir a ustedes, currucas de oficio más que de  beneficio y raza.

Somos gente civilizada y aceptamos de bastante buen grado esta sana costumbre de no atufar al prójimo con nuestros malos humos. Por eso, al igual que con la curruca Kardiológika, el picogordo, nos encontramos siempre a la intemperie dalle que te pego.
Y está bien porque podemos charlar en exclusiva largo y tendido, en voz baja unas veces y otras menos, aunque ahora ya no nos enzarzamos tanto ni nos faltamos al respeto como hemos hecho en más de una ocasión antaño, vamos siendo vieyinos, y el Juliensis un poco más.
Los dos somos de nuestros pueblos, él engarriador y yo picotera. No se me quejará por llamarle pueblo a Oviedo, que nun ye patrioteru nin centraliegu, sino asturianu d´Asturies.

Está como un toro aún el jodío (este "aún" me puede costar un mojicón). Sigue sin arrugarse si le ponen delante una pared, aunque sea más vertical que Zaplana.
Es un pájaro con muchos arrestos y gran energía a quien no asustan los abismos.

Después de una vida llena de vicisitudes, trabajos y azares, desde muy joven, los últimos años lo han puesto en más de un brete duro de llevar. Ahí sigue, aguantando el chaparrón agarrado a la pared de roca viva, y eso que calza más número de corazón que de pie. Es un buen colega en un momento difícil, para lo fácil valemos cualquiera.

No es aficionado a la queja aunque le guste el flamenco, pero me quejo yo por los dos. Últimamente anda jodido del ala derecha, ya se la operaron pero los dolores ahí siguen, se queja de no poder alzar el vuelo con garantías de no arrearse un morrazo contra el suelo. Aún así lo intenta, y sigue en su puesto de stajanovista de la pública, ahora con menos trabajo pero con más responsabilidad porque los años lo van haciendo sabio, o dicho de otro modo, más sensible, sacrificado y comprometido, si cabe.

El Tichodroma muraria, subespecie Juliensis, es un pájaro raro, como creo haber escrito ya. Es también conocido por los nombres de Esguilatorres asturiacensis juliensis o Treparriscos panoyensis escandalensis, por una extraña fijación a la boroña de maíz y al pan de escanda, un cereal autóctono con el que se cuece un pan rústico y sabroso.

Amigo de la sidra, de la tonada y de la gaita, como el Picabrotos, pimentón y carbón, sé que agradecerá esta canción aunque el registro no sea muy bueno. Es más amigo de las altas montañas que de los grandes bosques, pero tampoco desdeña, para posarse a orear, los árboles más altos, en realidad como buena parte de las currucas pardas.

-X Concurso de Asturianaes "Concejo de Amieva": Casa de la cultura, Pervís. Acompañada a la gaita por Oscar Fernández, Marité González Soto interpreta "Arboleda bien plantada".


Jorge Tuya en "Pieces" - La Portiella

http://www.youtube.com/watch?v=DfKVxMl3pos

Salud, currucas y demás pájaros.

Cannavina Carduélis, rebétissa.