miércoles, 15 de agosto de 2012

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Salí a tirar la basura..


, era la fiesta de alguna Vírgen, una noche de paz. Llegué sin contratiempos a los contenedores, repartí las bolsas y regresé un poco perplejo porque no sucediera nada esa noche tan especial. Todo estaba tranquilo. Las farolas iluminaban la calle, un auto pasó sin hacer ruido, se escuchaba el sonido de la intermitencia de los semáforos cuando cambiaban de color. Tanta calma acabó por inquietarme, ¿qué estaba sucediendo mientras caminaba?, me miré las manos vacías y las piernas, una, otra. Sentí como si un insecto me recorriera una de ellas. Eran los nervios, pero no había más. ¿Qué sorpresa me aguardaba en el portal, habría una aparición milagosa? Abrí la puerta despacio, con aprensión. Nada sucedió. Más de lo mismo a la puerta de casa. Mientras la abría miré desconfiado hacia atrás, como si notara una presencia, no había nadie. Cuando me metía en la cama me di cuenta, había perdido una de las prótesis testiculares. Son ovales, de madera, una blanca y otra negra, me gusta el opart, debió desprenderse y escurrirse pernera abajo, ¡claro, el insecto!. Faltaba el huevo negro. Era tarde y estaba muy fatigado. No me apetecía salir a buscarlo, además la calle está en cuesta, rodaría hasta que algo lo detuviera, a saber dónde fue a parar. Y si por lo menos hubiera sido el blanco... .  No tardé en dormirme encomendando el huevo a San Kukufato y a Santa Mª del Buen Palpar.

Mississippi John Hurt - Cocaine Blues


 


 
Salud y felices pesadillas.

Ra