sábado, 22 de septiembre de 2012

Galinas áticas


Calle Voulis?. Plaka, Atenas 2012.

A la ida el Captain Teach no pasó por Siracusa sino por el norte de Sicilia, y recaló en Cefalú, otra colonia griega. No sabemos si a la vuelta evitó el estrecho de Mesina y por tanto a Escila y Caribdis, las dos monstruas marinas que lo guardan y se las hicieron pasar canutas a Odiseo segun relata Homero.

Esto era una excusa para retomar el tema de las gallinas siracusanas. Yo confiaba en que la crisis hubiera llenado Grecia de un aluvión de huevos caseros. Las noticias de Ana Capsir sobre el aumento en las mismas viviendas de jaulas para gallináceas, la presencia masiva y descontrolada de estas aves en las vías públicas griegas, poco menos que haciendo tropezar a los turistas, disputándose unas migajas entre las mesas a estilo gato, me habían puesto los dientes largos sobre la posibilidad de una sobredosis de colesterol oval heleno (¿será correcto??...).

Pero nones. Huevos había, se supone que griegos, de una granja industrial de la misma Eubea, pero qué más da. Les dan piensos compuestos, la soja y el maíz son americanos, la monda de patata holandesa, los aditivos franceses y las jaulas alemanas.
Y aún las gallinas no se sabe dónde nacieron. ¿Nacen los huevos? Déjalo...
Es como si metes a unas chavalinas de München en un piso de Atenas un tiempo, las alimentas con hamburguesas, salchichas,  frites y mostaza, mirando en la tele el careto de la Merkel sin salir en todo el día, y al cabo las llevas a desfilar a la pasarela de la Habana haciéndolas pasar por cubanas. El huevo no cuela...

No digo que no tenga grasas, proteínas, minerales y todo lo que convierte al huevo en huevo, incluída su forma ovoide (estoy preocupado con estas expresiones, ¿incurriré en redundancia aquí?).
Sólo insinúo que una gallina no es griega sólo porque ponga huevos en el Ática. Y lo que es más importante: un güevo ático cacarea en griego de corrido, y estos hablan una jerga incolora e insípida carente de atractivo, más clara que yema. Sin música. Un fraude.

Y bueno, en honor a la verdad hay que añadir que Grecia es rara y especial, también en el  tema avícola. Me explico.
Cuando en casi todo el mundo las gallinas ponen más huevos en primavera y verano, aquí sucede al contrario, con el calor se amodorran y en agosto muchas cogen vacaciones. Y este año están más deprimidas que de costumbre. Desmotivadas. Tipo mouriño. Y más tristes que un cristiano portugués.

Comer comen, y beben, pero andan sin ganas para el esfuerzo de formar más de un huevo a la quincena. ¡Dale manos de calcio a la cáscara!... .
Así se explica el desavastecimiento de buevos caseros en tiendas y mercados.

Tengo ahí una fotina con cinco huevos viudos que nos regaló la señora Kula como si fueran de oro. Pero casi me da vergüenza enseñarlos. Y están cocidos.
No ponen ni para los griegos, ¡ni cantándoles rebétika!. ¡Qué estúpidas son las gallinas, nunca tuvieron buen oído! A excepción de alguna subespecie siracusana de la que ya quedan pocos ejemplares.
 
Όταν θα πάω κυρά μου στο παζάρι (Το κοκοράκι. El gallo). Νίκος Γούναρης, 
 

Una última pijada. De niño miraba a ver si pillaba a los gallos alzando la pata para mear. A día de hoy todavía no lo conseguí. Hay que estar atentos y yo no tengo paciencia.

Salud

Korvus Korax (O Mavros)