miércoles, 17 de octubre de 2012

Tapaculos


Agavanzas. San Justo. León, septiembre 2012.

El escaramujo es el fruto del rosal silvestre.
 
Kiko Veneno. Reír y llorar.
 

Buenas. Ando yo también un poco contagiado de esta ola depresiva que nos azota. Por eso busco algo de color aunque la realidad gris insista en imponerse. Tengo cosas que contar, o eso creo, pero no sé por dónde tirar ni que tono apurrir que ayude un poco a torear esta negritude.
Y es un esfuerzo grande el humor cuando estamos de cuerpo presente, es un decir. Pero hay que intentarlo y que curren las endorfinas.

Hoy no estoy. Por eso voy a echar mano de cuatro palabras que escribí en un capítulo sobre frutos silvestres en Geotropía (Geomancias) sobre los tapaculos:

<< La variedad de frutos rojos otoñales bien merecería una miniserie.

Tenía fotos que extravié de los del rosal silvestre que llamamos escaramujos, agavanzas y, en mi pueblo, tapaculos, de color más anaranjado que coralino, pero lujoso en todo caso.
También se hace con ellos una mermelada muy rica y fina. Mi intención de hace días hubiera sido hablar de este arbusto tan común y popular.

Pero habrá más otoños y con paciencia y fatiga se la metió el elefante a la hormiga.

¡Salud, buen provecho y mucho color! >>

También se llaman agavanzos, en masculino. Y en esta fotografía de hoy el color, más que anaranjado como afirmaba, es claramente coralino.

Tampoco esta vez hablaré in extenso del escaramujo, que nun ye pa tanto por otra parte. La frase la podemos construir de diversos modos y convinando nombres y fonemas. No nos detendremos tampoco hoy en las agavanzas. Los frutos coralinos del rosal sivestre tendrán que esperar todavía su momento. En esta ocasión de nuevo reusamos tocar incontinenti el tema de los tapaculos, etc.

Sólo una última pregunta de un estudiante de Eskatología teológika heteróxida, ¿Porqué tapaculos?.
La respuesta es obvia, Porque en sazón tienen la medida justa, y no lo digo por experiencia, que ya os veo venir.

De despedida una canción marchosísima que me envió Marta (martacapote) como respuesta a un comentario a una fotografía suya. Y la primera de Kiko Veneno fue otra sugerencia suya, ésta a posteriori.
 
¡Gracias por tu alegría, Martaka!
 
Muchachito Bombo Infierno. Azul.
 

Salud y alegría mientras se pueda! 
 
Ramiro