sábado, 10 de noviembre de 2012

H Κρήτη, Creta -7. Κνωσός, Knossós


Grecia,  verano 2012

Ο ταύρος, el toro.


Buenos días. Seguimos en Creta. Desde Anoyia y el Antro del Ida, bajamos a Knossós e Hiraclion por la tarde.
La primera parte de la carretera es todavía bastante aérea y montañosa, hasta desembocar en la zona de Kampos, Sklavokampos, Tylissos, donde el terreno se allana, la humedad y el verde aumentan, junto con las huertas e interminables y bien cuidadas viñas. La tierra, rica y más fácil de trabajar aquí, recibe las abundantes aguas de la vertiente noreste del Psiloritis.

Νίκη Ξυλούρη, Λάμπης Ξυλούρης, Νίκος Στρατάκης,
Ψαραντώνης - Παλιό κρασί ειν'η σκέψη μου. Mi pensamiento es vino añejo.
 
 
  Παλιό κρασί είν' η σκέψη μου
πάντα μ' αυτή γλεντήζω
μα 'ναι φορές που με μεθεί
και δεν την ταγιαντίζω
 
Vino añejo es mi pensamiento
siempre con él me alegro
pero a veces me emborracha
y no lo soporto
 
Estamos en una zona vinatera, una de las cubas de Creta, a escasos kilómetros de Hiraclion y de Arhanés, pueblo que da nombre a una de las cuatro denominaciones de origen de la isla. Las otras tres son Pezá, Dafnes y Sitía.
Los nombres de las variedades de uvas cretenses más comunes son: Rozákina, Vilana, Kotsifali, Mandilaria, o la Sultanina, muy abundante, para las famosas Pasas de Esmirna, de Corinto, etc.
Pero de vinos cretenses, de los que tengo algunas etiquetas en el cuadernín de viaje, que fotografiaré, hablaré otro día, en ésta o en la etiqueta de Lo que se comió... . Junto con el olivo es la riqueza más importante de la isla.

El aparcamiento estaba casi vacío. La verdad es que en la visita a Knossós también tuvimos suerte, porque no había apenas turistas, aún así es la atracción más visitada de la isla, en especial por extranjeros, y en cualquier época del año hay mucha gente.
Eran sobre las cinco de la tarde y la mayoría de las personas, sobre todo los grupos organizados, habían hecho ya sus recorridos por la mañana. Algunos salían todavía de los muchos restaurantes que rodean las ruinas. En uno de ellos, griego, tomamos un refrigerio también nosotros al terminar el tranquilo, pero largo paseo por la espaciosa, espectacular dacha de Minos.

La entrada es cara y si utilizas los servicios pagas a la señora de la limpieza por el papel que te facilita. No es una medida impuesta por ella, desde luego, pero por lo menos le garantiza unos ingresos mínimos, y el usuario  tiene a su disposición una instalaciones siempre limpias y cuidadas.
Creo recordar que también había cafetería y tiendas de recuerdos en el interior, antes de las ruinas propiamente dichas.

Letra, Δημήτρης Χριστοδούλου. Música, Λίνος Κόκοτος.
Voz, Νικος Ξυλουρης. Γεννήθηκα σε μια στιγμή.
 

El recinto está emplazado en un lugar casi idílico, a pocos kilómetros a la vista del mar, en un pequeño valle que desemboca en la costa, y rodeado por un viejo y denso pinar que lo esconde y lo protege de las inclemencias atmosféricas.
Eso no fue bastante para evitar la ruina provocada, bien por la inundación del sunami en la explosión de la caldera del volcán de Santorini, bien por la destrucción causada por los aguerridos pueblos micénicos del continente, las dos teorías más difundidas que explican su desaparición, y con ella el declive de la civilización minoica.

El trabajo de restauración que emprendió su descubridor, sir Arthur Evans, es muy discutible como se sabe, y hay partes que parecen auténticos pastiches de tan falsas como resultan. Quizá para las oleadas de turistas que invadimos cada año las ruinas, más por moda cultureta que por devoción, el resultado esté en consonancia con el gusto por el pan comido, ¡hás unas fotos y tira millas!, es dicir, por el poco gusto o por su falta.

Con todo y con eso, y aunque sólo fuera por ver su entorno, su ideal ubicación geográfica, valdría la pena la visita.
Μία αγαπημένη ταινία + οι αγαπημένοι, Ο λαβύρινθος του Πάνα. El laberinto del fauno.
Μadredeus - O pastor.
 
 
 
Pasífae le dice:  ¡Niño, me tienes harta!
El Minotaurín, moró pedí, parece Hiraclís, Herculín, Sansón.
Está cachas como los niños jesuses medievales.
(De la libreta de Creta 2003)

(Pasífae parece muy dispuesta a propinar al rapaz una azotaina, pero ¡quién se atreve con esos pectorales!)

Y, como ya sabréis la mayoría, éste es otro de los grandes lugares del mito. Su palacio, la contrucción más extensa e importante del conjunto, se ha propuesto como la residencia del mítico rey Minos, la figura que reinaría en Creta dos milenios antes de nuestra era cristiana.
 
El rey había ordenado a Dédalo la contrucción de un laberinto para encerrar al Minotauro, cabeza de toro y cuerpo de hombre, fruto de los amores de su esposa Pasífae con un toro sagrado del que se enamoró. Dédalo le había fabricado antes un disfraz de vaca a la reina para que el toro, blanco, entrara en quintas.

Ahí pasan a la acción los atenienses y su príncipe Teseo, que se presta voluntario como tributo al monstruo junto con otros jóvenes, víctima para ser sacrificada y comida por la bestia, pero que, con la ayuda de Ariadna, hija de los reyes, y su hilo, mata al Minotauro y sale del laberinto ovillando el hilillo (de rajo-hoy). Historia novelada por Kazantzakis en otro de sus libros traducidos aquí que recomendamos, El palacio de Knossós, de facil lectura y muy divertido.

De este mito tan conocido, parten otros relatos, como la vuelta de Teseo a Atenas, el abandono de Ariadna en Naxos para sustituirla por su hermana, la llegada del héroe ateniense en el barco de las velas negras, velas que ve desde los altos acantilados Egeo, su padre y que interpreta como una señal de la muerte de su hijo. Se suicida lanzándose al mar y dando nombre al Egeo. Casi nada.
 
Y desde el aire se precipita Ícaro sobre la isla que lleva su nombre, en otro mito derivado, en la huida con su padre Dédalo y otro de sus inventos, las alas de cera, que se derriten cuando el rapaz, en su inconsciencia adolescente y desoyendo los consejos paternos, se aproxima al sol. En fin...
  
El guaje pequeño, que nos había oído hablar de Zeus transformado en toro en el rapto de Europa, escena que venía también grabada en las monedas de euro griegas, parecía el más interesado en Knossós, por la cantidad de referencias que se encuentran a la tauromaquia, entiéndaseme, histórica y mítica.
Y es que, además, hacía poco que sabía del horóscopo y que él era Tauro, o tavros dicen los griegos. Delante de Los cuernos de la consagración, uno de los puntos estrella de las ruinas, dedicado al Toro, me dice muy seguro, ¿Papá, a que el Toro es Feus?. ¡Josss, los niños, cómo viven  los cuentos!

Λουδοβικος των Ανωγειων. Βασιλική Μουσταφέρη. Το ξερω πως υπαρχεις.
 
Η Κρήτη,  Creta
 
Y en Hiraclion, ruidosa y caótica, estuvimos apenas dos horas, el tráfico era horroroso, las calles y aceras de media capital estaban levantadas y en obras, flotaba el polvo en el aire caliente.

Anduvimos un rato por el centro y por el puerto y nos fuimos, porque anochecía y aún nos quedaba mucho camino de vuelta a Janiá, por la buena carretera del norte paralela a la costa, eso sí, adonde arribamos un día más, agotados pero hambrientos, dispuestos a comernos en compañía de Nikos, ración triple de pitas yiro con unas jarras de clarete, que es el vino que beben los cretenses a diario, o blanco. Es el lugar de Grecia donde menos retsina hemos visto beber. Y meterle al tsikudiá, desde lugo (ourense y pontevedra...).

En el camino quedaron Maliá, que no vimos, y el pueblo de Doménicos Theotocópulos, el Greco, por el que entramos y salimos sin bajar del utilitario.

En el próximo capítulo supongo que llegaremos por fin a Sfakiá y Frankokástelo. ¡Hasta entoncenes! 

Ψαραγιώργης.  Ανωγειανές κοντυλιές.

Υγεία, Salud!
 
Barbarómiros.