martes, 31 de diciembre de 2013

(25 canciones para reumáticos)


A B C D
Pinturas al agua sobre tela y tabla.
Ramiro Rodríguez Prada  2010
.


Las últimas del calendario
(25 canciones para reumáticos)


1

El Pulgarzito.  Ser albañil es una ciencia.

2

La Sonora Carruseles.  Arranca en fa.

3

Joe Arroyo.  Pal bailador.

4

Fruko y sus Tesos.  El salsero mayor.

5

Hector Lavoe.  El Cantante.

6

La Sonora Carruseles.  Boogaloo.

7

Vinicio Capossela.  Che cosse' l' amor.

8

Willie Colon. Hector Lavoe.  La Murga.

9

Oscar de León.  Qué bueno baila usted.
http://www.youtube.com/watch?v=9Xijqv5vz2E&feature=related

10

Wayne Gorbea.   Lo que dice Justi.

11

Roberto Goyeneche.   Suerte loca.
http://www.youtube.com/watch?v=sZB4O17QKj0

12

Beni Moré y Rafael de Paz.   Bonito y sabroso.

13

Félix Chapottin. Irakere.  Dile a Catalina.

14

Miguelito Cuni y Félix Chapotín.  Cucarachón.

15

Chapotín y sus estrellas.  Yo si como candela.

16

King Oliver's Jazz Band, con Louis Armstrong.  Dipper Mouth Blues.
http://www.youtube.com/watch?v=PwpriGltf9g

17

Billiie Holiday.  Strange fruit.

18

Μιχάλης Γενίτσαρης. Γιώργος Ξηντάρης.   Μες στη Φυλακή που Μπήκα.

19

Lafra.   Balkan Sefarat.

20

Rafael Jimenez Falo.   Bulerías a la Tía Chata.

21

Buika y Javier Limón.

22

Carlos Gardel.  La última copa.

23

El Púlgar.  Estereotipo.

24



¡Salud, buen año y mucho ritmo!


Ramiro

lunes, 30 de diciembre de 2013

100


Luanco.
 Asturias 2013.


Salí a tirar la basura



hablando solo, cuando volví me vine escuchando. 



Sidney Bechet. Art Hodes, Pee Wee Russell, Muggzy Spanier, Miff Mole,
Pops Foster, George Wettling. Hoefer.
Clarence y Spencer Williams.   Royal Garden Blues.






Salud y felices pesadillas.



ra


domingo, 29 de diciembre de 2013

Abismos


Al otro lado


así caí



había llegado hasta allí, tenía que entrar, ¿o era salir?, de pronto me asaltó la duda

¿era de noche y entraba en casa, o salía a la luz del día?

¿estaba en un pasillo o en la calle? 

qué importa, me dije, lo sustancial es que sigo aquí

de acuerdo, pero ¿de dónde vengo?, tal vez así supiera dónde estoy

de cualquier parte, ¿y por qué tengo que entrar o salir?

aquí no hay luz y esa rendija es una tentación

¿la luz es una tentación?

en este caso sí, una atracción, un interrogante

¡pues adelante!



así caí en el abismo



De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas.  2013.

Ramiro Rodríguez Prada


Salud.


Juan Carlos Rubio.  The Clift.



P. D. La entrada está dedicada con un abrazo amistoso, al polifacético y viajador Juan Carlos Rubio, autor de la canción, pajarero, fotógrafo de SC, en nuestros Flanvoritos (offtravels), y otras muchas cosas más. 

¡Muchos besos!

sábado, 28 de diciembre de 2013

Regreso a Vilanova


El sótano del manco.

Vilanova da miña alma!


Día de Santos Inocentes, fiesta de guardar para don Ramón del Valle-Inclán, pícaro modernista y sabio antiguo.
Meses después de aquella Novena de Ánimas por tierras de cristianos, volvíamos a su bodega de Vilanova de Arousa, en cuya mesa quedaban los restos de un pote de caldo gallego.

A primeros de mayo, en mi respuesta a un comentario del Capi, a quien don Ramón respeta y admira como marino y persona, en el capítulo titulado Mirada retrospectiva, donde se iniciaba el relato de la Semana de Ánimas, adelantaba algún detalle del encuentro con el viejo manco, después del periplo esotericoputeril asturleonés.  

El Capi:
Ya pensaba que habías olvidado a D. Ramón. Pero revive con la primavera. El jodido Zombi...

Respuesta: 
¡Está más vivo que yo el cabrito!, menudo viacrucis puteril el de la semana de difuntos; ahora quería que lo acompañara a unos ejercicios espirituales al Nepal vestido de azafrán, y que me rapara la cabeza, ¡Usted primero, no te jode! Ya me hizo corear con él el Hare-Krisna, Hare-Hare, mientras le daba a una campanina como las de los monaguillos en la Consagración del Sacrificio de la Santa Misa, en resumen, en misa. Le dije que yo de Turquía no pasaba, ya veremos cómo acaba la cosa, porque tuvo un mal rollo con uno del monte Gurugú y no traga a los moros.
¡Pero los turcos no son moros, don Ramón!.
¡¿Me quiere dar lecciones de geografía, de etnografía o de historia?!
No puedo con él...
Un abrazo!

En el bodegón de Valle, Sebito, ojos y orejas de pachón, se despedía corrido, y eso que su amo había puesto sobre la mesa el chibuquí y la bolsa de cordobán. Apenas les prestó atención el rubicundo criado. Se veía descompuesto al pobre rapazón, al parecer desde que regresó del periplo cantábrico. La su Jaki, dulce y melancólica, pero caprichosa, andaba celosa y lo rechazaba.

Me dijo que traía olor a incensario, a choto y a puta barata...
¡Era olor a chocho de puta barata, Usebio!, corrigió Valle-Inclán.
¡Dáme o mesmo, se me deixa!, contestó el mocetón medio sollozante. Si non manda usted nada máis..., añadió con cara de apaleado.
¡Anda, mastín, corre y no te descalabres!, dijo el manco señalando la escalera de la bodega. Eusebio salió a escape metiendo su corpachón, que casi no cabía, por el hueco oscuro.

Y allí nos quedamos los dos solos, iluminados por una vieja lámpara de aceite con un trapo empapado por mecha. Don Ramón estaba serio y solemne como un apóstol del Greco. ¿Qué sería de Tejerina?. No tenía intención de estropear el encuentro preguntándole por ella, la cortesía ya me había valido más de una bronca del manco, a quien no se le podía mentar la costilla.

Por mi parte no recordaba cómo había llegado una vez más al sótano del gallego. Tampoco tenía memoria de haber comido caldo y sin embargo olía a unto y vi tres platos y tres cucharas con señales de uso. Y tres vasos de los que sin duda habíamos bebido, no sólo porque todavía quedara algo de vino en ellos, sino porque el sabor del morapio fresco en la garganta, fue la primera sensación que percibí despertando en aquella nueva, y quizá última -lo sentía como una premonición- cita arosana.

Aproveché la calma del zombi genial, para interesarme por el diálogo con los municipales y el mosén, y su papel de defensor de incautos en la Catedral de Oviedo, y también sobre el regreso de los cuatro célebres a Vilanova.

¡Se non hai viño, non hai contiño!, declamó sentencioso, y con el chibuquí, que había cogido de la mesa, señaló el jarro.
Saqué vino de la cuba y llené los vasos, mientras Valle abría la bolsita del hachís y pillaba una porción de un costo muy blando, con la que se dispuso a cebar la pipa. Era una operación que realizaba con calculada parsimonia, y su lentitud se debía más a cómo se recreaba en ella, oliendo la china y la punta de sus dedos y apretando suavemente el marrón en la cazoleta, que a la dificultad de hacerla con una sola mano.

Echamos un trago y empezó a contarme. Así conocí el contenido de su defensa cerrada ante el cura y los policías en Asturias, en la que él mismo llamó Katábasis, y alguna peripecia del regreso a Galicia.
Habían hecho todavía un  par de paradas antes de llegar a la Ría de Arosa. La primera en otro puticlub de Terra Chá, cerca de Villalba, y la segunda en un dúplex del Ferrol con seis fulanas. Pero ya canso de estas machadas del viejo chivo cuando recuerda, con los ojos vueltos, la zaga y la delantera de alguna mulata de las que le gustan.

Me resultó más interesante la bronca que tuvieron en el interior del Mercedes chegando a Vilagarcía.

La cuba y el jarro.

Estaban ya todos muy cansados de tanto trote putero y los malevos se relajaron, pensaron que el viejo yacía traspuesto, roncaba desmadejado como una marioneta, con sus luengas barbas y sus lentes torcidas sobre la nariz, soñaba y farfullaba frases incomprensibles. Iba en el asiento trasero con Sebito que, siguiendo su costumbre, dormía con el cogote apoyado en la bandeja posterior del automóvil.

Porfirio, que conducía el Mercedes en ese momento, cometió la indiscreción de dirigirse al Legía en voz alta recordando la broma que nos habían gastado en Oviedo. El Narizotas, por su parte, añadió un comentario sobre el diputado y la putilla que lo acompañaba y los dos estallaron en carcajadas.
El de Vilanova, que tiene orejas de lince y oye hasta en sueños, estaba escuchando la conversación de los peines, que sólo confirmaba sus sospechas.
Los cogió desprevenidos, de espaldas, riendo y mirando a la carretera. Les sirvió unas raciones de boina con toda la fuerza y mala hostia de que fue capaz. La boina, que era un regalo personal de Pío Baroja si recordáis, está más costrosa y cargada de mierda que la trasera de un cochino jabalín, ¡y pesa que se jode! 

¡Don Ramón que provoca un accidente!, chilló el Legía capeando el temporal de boinazos con los brazos.
¡Eu estou morto, carayo!, respondió el zombi descargando el último estacazo en la cara de Porfirio que había descuidado su defensa por atender al volante.

El boinazo le alcazó de lleno en los ojos abiertos y el guardaespaldas quedó sin visión, frenó a ciegas pero no pudo evitar dar un giro brusco al volante que los llevó directos a la cuneta.
Salieron los cuatro magullados, el Legía, además, con el tabique nasal fracturado y sangrando a chorro por su napia borbónica. Miraba a Don Ramón como para matarlo.

El manco, los cristales de las lentes rotos, había metido su mano buena en la faltriquera y palpaba la de a tercia.

Atrabilio Melones Turrión, sacamantecas, rapacuras.

Ixo Rai.   María. 

viernes, 27 de diciembre de 2013

Ο Πόντιος, El pontio -2


El pontio.  Autorretrato.
 Julio  2013.


Ο Πόντιος -2


Buenos días. Dejé escrito en la primera entrada dedicada a los pontios, el 1 de julio pasado, que lo intentaría por segunda vez si finalmente podía sacar las fotografías. Aquí esta el pobre resultado, suficiente en cualquier caso para mí y creo que para los que pudierais tener algún interés en el tema, que no seréis muchos; y la sonrisa de algunos colegas sé que la conseguiré. Con eso ya me basta.

Antes de nada, para más comodidad e información, y también porque hoy no tengo mucho más que añadir a lo ya dicho en el otro capítulo, aparte de las imágenes, quiero repetir las direcciones de ese magnífico trabajo sobre los pondios al que hice alusión en otros lugares del blog, realizado por María y publicado en La pasión griega, y la de esa entrada mía anterior:

La pasión griega. María de Paz.  Los pondios, un pueblo sin patria.

Psilicosis.  Ο Πόντιος, El pontio.

Quería una foto sin barba porque es más rara entre ellos que entre los cretenses, por ejemplo. En cambio me interesaba el bigote, que es más habitual, y ese corte concreto de mostacho.
También entre los cretenses se da uno parecido, cuyas guías rodean la barbilla, bajando desde la base de la nariz y el labio superior hasta el final de la mandíbula inferior. Estoy pensando en Nikos Xiluris o Garganurakis, aunque es un bigote que se puede repetir por muchos países balcánicos y medio asiáticos, y es cierto que tiene algo de oriental, tártaro.

Pero también se puede ver uno parecido, muy negro y con una calidad de pelo distinta, más lacio y chino, entre gentes del sudeste asiático. Y hasta entre algunos chamacos mejicanos, así que sobre bigotes no hay quorum. ¡Si aún me saldrá un tratado del bigote!, Tractatus mystaci?, Tractatus superioris labri (radit)?.
Sin embargo los pontios recortan de un modo particular sus mostachos: afeitan los pelos del centro del labio superior casi hasta la raíz de sus narices, de manera que dejan un triángulo pelado sobre el labio dando al bigote apariencia de mayor longitud, aunque perdiendo grosor.

La coquetería masculina no es ajena a esta manera especial de engalanar el morro y la cara, algo que no es exclusivo de los pontios, por supuesto, la mayoría de los bigotudos dejan el mostacho por cuestiones de estética personal. Es un poco diferente a la barba, donde se da con más frecuencia el dejarla por comodidad, abandono, o incluso protesta, lo que no anula la presunción de los barbudos, que también existe. Pero en general vamos a dejar establecido que los del bigote son más presumidos que los de la barba (hay encuestas...).

Stelios Kasantsidis.   Χανι Μπενιμ Ελι Ντιρεμ Παστιρμα.


El pontio  Ρόμηρος   Ροντριγκίδης  Πραδαούτηδες.
Fotografía de  Mabel. M. M.

Desde luego para bigotes los de los maniotas, que van de un hombro al otro, como contaba también Fermor en su libro sobre esa región del Peloponeso.

Otra disculpa de esta segunda entrada pontia, era el fajín con el que sujetan los bombachos, como se ve en la imagen, que faltaba en la anterior. En la primera foto de hoy se me olvidó el cinto de cuero crudo, que quería simular las cartucheras, y en la segunda se me está cayendo el paslik, el pañuelo de la cabeza, después de deshacerse el nudo. Puse una cara muy retadora ahí frunciendo el entrecejo, pero con todo ello, más el chaleco estrecho, y embutido en negro de arriba abajo, parezco una morcilla con bigote y tirabuzón, ¡toy que arrebato!.

Como en los retratos del cretense y el maniotis, los nombres de los personajes que recreo, siguen la tradición de cada pueblo, usando como base mi nombre y apellidos y añadiéndoles los sufijos más comunes entre ellos.
En el segundo apellido (los griegos raramente lo usan) del pontio, he utilizado como sufijo el nombre con el que los griegos llaman a los pontios, Aoutides. Injustamente llevan el mismo estigma que aquí los de Lepe, y además en su caso han sido con frecuencia ciudadanos de segunda.

Στέλιος Καζαντζίδης.  Και ευρέθεν ένας Πόντιος.


Υγεία, Salud!


Ρόμηρος Ροντριγκίδης Πραδαούτηδες.
Rómiros Rodriguidis Pradaoútides.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Η Πόλυ Πάνου, Poly Panou -2


Levkós. Kárpazos.
Grecia, agosto 2013.

Πόλυ Πάνου -2


Buenos días. Con Bizikotsis, Poly llegó a ser la nueva Sofía Vembo, Σοφία Βέμπο, histórica intérprete de laiká, con la que se la comparó.

Poly Panou nació el 28 de octubre de 1940, y si pongo la fecha completa, cosa que no suelo hacer, es porque coincide con un acontecimiento trascendental en el devenir de la Grecia moderna. Es el día en que el dictador Metaxás contestó con un  Όχι, No, a las pretensiones de Mussolini de ocupar el país, No que dio origen a la guerra greco-italiana en los iniciales compases de la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces ha quedado como fiesta nacional.

En los años 60, reconocida ya como una estrella, con Panos Gavalás, otro cantante poderoso de laiká de la estirpe de Mitropanos o Dionisiou, fundó el sello discográfico Βεντέτα, Vendetta, con el que grabar temas propios y de su gusto sin imposiciones de empresa o mercado.

Κώστας Βίρβος. Απόστολος Καλδάρας. Πόλυ Πάνου.  Ό,τι βρέξει ας κατεβάσει.


Además de los compositores mencionados en el capítulo anterior, como Apóstolos Kaldaras, que firma el primero y el último tema de hoy, Panu interpretó canciones de los mejores autores y letristas del momento.

Tal es el caso de Kostas Virvos, al que ya he mencionado en muchas ocasiones, escritor que colaboró como Poly con los músicos de más prestigio de la laiká, Derveniotis, Tsitsanis, Bizikotsis, Kasantsidis o el propio Kaldaras.
Canciones de amor y desamor muy populares, como Γεννήθηκα για να πονώ, Nacida para sufrir, de Tsitsanis, que inmortalizó Marika Ninou, o Μια παλιά ιστορία, Una vieja historia, de Kasantsidis, que quienes sigan el blog ya han tenido ocasión de escuchar aquí..

Γιάννης Καραμπεσίνης. Πόλυ Πάνου.  Εσένα δεν σου άξιζε αγάπη. 

Εσένα δε σου άξιζε αγάπη
εσένα δε σου άξιζε στοργή
Έχεις στο αίμα σου την αμαρτία
είσ' ένα ψέμα χωρίς ψυχή

Tú no mereces mi amor
tú no mereces mi cariño
Tienes en tu sangre el pecado
es una mentira sin alma

Traducido libremente, y puedo equivocarme, no os fiéis, así tengo que arreglarme por no ser aplicado..., ¡Estudiad, queridos niños!

De la película  Ολγα, αγαπη μου, Olga, mi amor, de Γιάννης Δαλιανίδης (1968).
 Λευτέρης Παπαδόπουλος, Μάριος Κώστογλου. Μίμης Πλέσσας. 
Πολυ Πανου.   Φυγε λοιπον μη στεκεσαι.


Una faceta muy importante en la carrera musical de Poly, que además contribuyó en gran medida a su popularidad, fue su aparición en películas de los años 60, como en ésta de Mi querida Olga, en equipo con Papadópulos y Plessas, músico con el que colaboraría estrechamente.

En nuestras vacaciones vimos alguna en la televisión griega, de esos ciclos que ponen por las tardes reponiendo películas antiguas, y Olga fue una de ellas, quizá la más popular, tanto el film como las canciones que canta Poly.

De la película  Ολγα, αγαπη μου. Λευτέρης Παπαδόπουλος. Μίμης Πλέσσας. 
Πόλυ Πάνου.  Τι σου 'κανα και πίνεις.


Levkós. Kárpazos.
Grecia, verano 2013.

Entre los compositores griegos de Éntekno, Panou interpretó también una canción muy conocida de Stavros Xarjakos de 1963, Κόκκινα φανάρια (Το καλντερίμι). Faroles rojos (El camino), que acabaría convirtiéndose en un himno gay por los años dorados de Mykonos.

Αλέκος Γαλανός. Σταύρος Ξαρχάκος. Πόλυ Πάνου. Κόκκινα φανάρια (Το καλντερίμι) 


Η Πολυτίμη Κολιοπάνου, era su nombre real de pila, muy largo y difícil de fijar. Lo cambió por el más corto Poly Panou cuando empezó con Bizikotsis en la música.

Panou firmó una veintena de discos personales, más un sin fin de colaboraciones y programas especiales en radio y televisión.

Y para terminar: tabaco y vino. No tengo arreglo. En esa mezcla se adoban tantas voces maravillosas, rotas muchas pero siempre fuertes, con personalidad, descaro o chulería. Y eso nos dejó Poly Panu.

Χαράλαμπος Βασιλειάδης Τσάντας, Γεράσιμος Κλουβάτος.
Πολυ Πανου.  Άναψε το τσιγάρο. Encendió el cigarro.


La última es una de mis preferidas y ésas suelo dejarlas para el final. Aquí la voz de Poly tiene mucho del deje tristón del tanguista, y ese acordeón ayuda, por más que sean las penas del rebétiko las que canta.

De la película  Είμαι μια Δυστυχισμένη (1964), Ime mia distijismeni, de Apóstolos Tegopoulos.

Χαράλαμπος Βασιλειάδης Τσάντας, Απόστολος Καλδάρας. Πόλυ Πάνου.
  Φέρτε μια κούπα με κρασί. Trae una copa de vino.



Salud y buena música

Barbarómiros

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Extreñimiento clerical


El Naranco.
 Oviedo. Asturias, marzo 2013.


El culo de los obispos
(Extreñimiento)


Tienen esa redondez de santas hostias preñadas de chorizo

como empanadillas sin cocer y el culo mondo y fofo y albo.

Lo sé porque aparecen en mi bola de cristal de Roca pura

cuando sobre la porcelana les veo el ano reflejado y mierda dura.


De  Kolomancias.  Oviedo 2013.
La moska kogonera


Frank Zappa.   Po-Jama People.



Salud

martes, 24 de diciembre de 2013

Μανούλι, Manoúli, queso karpáciko.


¿Manoúli, Maroúli, Manoúri o Feta?
Cárpatos. Grecia, verano 2013.

Manuli


Buenos días. En una guía que hablaba de Cárpatos leí Marouli en lugar de Manouli y aunque rectifiqué al ver el nombre en la carta de una taberna en Livadia, se me había metido tanto el equívoco que seguí llamándolo Maruli, e incluso lo escribí aquí en algún capítulo. Valga  esto como rectificación.

Era mi intención ofrecer la receta de un postre griego para estas fiestas y había pensado en las loukumades, uno de los más populares de Grecia, presente en todas sus regiones, celebraciones y paniyiris, y que este verano probamos en el Dodecaneso.
Fue la bondad de las que hacían María y Nikos en Levkós, Cárpatos, lo que me movió a ello, porque me dieron la receta y pensé que un dulce era una buena idea para un día como hoy. Pero no quería limitarme a copiar la receta, o dejarme guiar por los distintos vídeos que se pueden encontrar en la red explicando la confección de recetas, más o menos similares, en distintos lugares del país.

Por eso me lancé a probar antes de hablar: ¡no me salieron lukumades, me salió un churro patatero! La primera en la frente. Ante semejante fracaso reculé y ahora voy a tardar en repetir.

¿Qué hice mal? Sospecho que no incorporé la cantidad de levadura necesaria o no hice bien la mezcla de ésta con la masa, porque no subió lo que debería después de la espera obligatoria, y los buñuelos quedaron demasiado duros. Un palo así, a mí, que no soy un vocacional de la cocina, me baja la moral hasta límites desconocidos. ¡Qué rabia me dio, con lo que tardé en decidirme y lo fáciles que parecían!

Si lee este artículo alguien de la comunidad filohelena asturiana, que todos los años organiza ágapes con distintos platos típicos griegos, y que según he escuchado planchan las lukumades, en sentido figurado claro está, si se enteran, insisto, me echan a los lobos, y con razón. Es broma, desde luego.
En fin, que no hablaré de mis buñuelos y no mucho del queso que los reemplaza, tengo poco que decir y estoy flojo para buscar más información. Que valgan las fotografías, ésta es la crónica de un fracaso.

Uno de los Manulis  envasados en  Cárpatos.
Grecia,  verano 2013.

El Manouli, como ya dejé apuntado en un par de entradas cuando me ocupé de Cárpatos, -no confundir tampoco con el Manouri de Macedonia y Tesalia, queso con denominación de origen reconocida-, es un queso blanco de oveja, no sé si en algunos casos de cabra o mezcla de ambas leches, primitivo, al principio húmedo que no fresco, semejante a un Feta, y, después de curado, muy seco y con un alto contenido en sal. En origen es como los fetas caseros de todas las islas, que van perdiendo el agua con el tiempo hasta adquirir una dureza casi pétrea.

El plus de sal permite una larga conservación sin que las cualidades organolépticas se alteren demasiado, es decir que no rancea tan rápido como otros quesos. Porque el Manuli es rico en grasas, como en general todos los quesos de cabra u oveja frescos o curados.

El ejemplo más cercano para mí es el Mizitra de Creta y alguna otra isla. Empieza por ser un requesón cuando está recién elaborado, que se presenta grumoso y sin aglutinar, y termina convirtiéndose a lo largo del año en un queso para rallar debido a su dureza y concentración. El queso es sabroso dentro de su tosquedad y en sus fases de media curación, como es el caso del Manuli, acompaña perfectamente, verbi gratia, a un cafelito elinikó, a un vaso de agua o de vino, a un tsikudiá, con un trozo de pan y unas uvas.

Sabido es que la domesticación de animales, un proceso lento y gradual, comenzó con la revolución neolítica, el abandono de la caza como forma única de subsistencia y el comienzo de la agricultura y el pastoreo. El perro parece ser el primero, entre el 15/10.000 adC., al que seguirían cabra, caballo, oveja, cerdo, vaca, etc. Y el lugar donde se localizan los primeros ensayos en esa dirección es Oriente Medio, Mesopotamia, Siria, sur de Turquía, Jordania, Palestina... .

Y de Asia Menor habría pasado a Europa a través de Grecia, como el hierro, la forja, y tantas otras cosas.

Nikos Pablidis.  Pote za pao sto jorió.


El  Μανούλι  de Georgios Vergetakis.
Carpatos.  Grecia, agosto 2013.

Sea como fuere, la tradición en el pastoreo de cabras y ovejas para aprovechar su carne y sus derivados, lana y leche, es en todos esos pueblos ancestral, y de ahí proceden más de la mitad de los dos mil quesos tradicionales que existen en el mundo. Sólo en Grecia, con apenas 11 millones de habitantes, hay más de treinta denominaciones de origen. Ya sé que para una región como Asturias, actualmente de las más ricas de Europa en variedades queseras, puede sonar a poco, pero no lo es en el conjunto de los pueblos.

Ese conocimiento no se ha perdido aún en muchos lugares apartados, entre ellos las islas, donde se sigue realizando un pastoreo tradicional, que es la base del producto, con el ganado triscando por el monte de sol a sol, y estabulaciones parciales para pasar la noche en los rediles o en esas cabañas, kejaiades les llaman en Limnos, donde, por cierto, las mujeres y los pastores elaboran uno de los mejores fetas de Grecia.

En invierno es normal que se prolonguen los periodos de estabulación y que se complete la alimentación de los animales con algo de pienso. Pero tampoco es lo habitual, se respeta la tradición porque los primeros y casi únicos consumidores, en muchos casos, son ellos mismos y sería un autoengaño. Y los griegos serán pobres, pero tienen un paladar educado y exigente, más aún con sus propios productos.

Hoy ya se encuentra Manuli en los supermercados, manufacturado por un par de firmas de Cárpatos, lo probamos y responde a las características apuntadas. Su precio en el mercado ronda los diez euros el kilo, envasado.

Pero nos gustó bastante más el casero que comimos en Livadia, o algunos trozos que Nikos compartió con nostros en Levkós.

El tentempié de  Nikos, en un rincón de su chiringuito en  Levkós.
Cárpatos.  Grecia, agosto 2013.

Los griegos, cerca de Italia y más influidos por su cocina y su cultura, son más amigos que nosotros del queso rayado, la pasta y los gratinados. Eso hace que aumente mucho el consumo, pese a que el queso para roer, para comer un pedazo, no es tan frecuente como complemento o postre en una mesa griega como en las nuestras, con más variedades de ese género y más sofisticadas. También de gran calidad, por supuesto.

Otra fuente de consumo masivo en Grecia, ciñéndonos al feta, es su incorporación a la ensalada nacional, o como tapa, solo, con aceite de oliva y orégano, o algunas aceitunas negras.

Y creo que, después de todo, no fue tan poco lo que escribí con la excusa del Manouli. Así que buenos días y que os podáis permitir un queso rico en la mesa, aunque sólo sea por una noche, ¡soy un forofo de ellos!
Y ante todo que tengamos salud, detrás los buenos alimentos, ¿es posible lo uno sin lo otro?

Μιχάλης Μιχαηλίδης (Μιχαλής). Αρχοντούλα Λεντή.  Δέρνε με μάνα σιανά. Καρπάθου.

http://www.youtube.com/watch?v=lRAQ4-uTSN0

Ramiro

lunes, 23 de diciembre de 2013

Autorretrato sin manos


Magia potagia: Autorretrato, ¡sin manos!


nada por aquí nada por allá
(y un café)



sabía que no era nadie que no era nada que estaba muerto

pero insistía en renacer cada mañana en un alehop de circo

con zumo de naranja amarga sin alcohol y llagas varias

en la tostada imaginaria de un desayuno solo en zapatillas

y un café


a quién le importan sus estigmas sus paperas o su incendio

manteca de cabra loca para nutrir la fantasía de vivir sin vida

reír la muerte y ordenar un caos que nunca tuvo arreglo

detrás de la cara nadie detrás de las manos nada sólo nada   

y un café


De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas. 2013.

Ramiro Rodríguez Prada


Pau Riba.  Nit de Nadal.



Salud y buenas noches.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Un regalo de Lisi y Diamandís


Ένα δώρο από Λίζι και Διαμαντής.
Petriés. Eubea,  2012.


Un poco de cariño


Καλημέρα, Buen día!. La última noche que nos invitaron a cenar en su casa de Petriés, en Eubea, Lisi y Diamandís, tenían, además, un par de regalos para nosotros. Sabiendo lo que fumo, se les ocurrió la idea de comprarme una maquinina de hacer cigarrillos.

Es muy guapa, como podéis ver, metálica con todo el firmamento en el relieve de la tapa. Pero la uso poco porque estoy acostumbrado a liarlos a mano y me resulta más cómodo y rápido. La tengo en realidad como una pequeña reliquia y recuerdo de los amigos.

La máquina, no obstante, sólo es un pretexto para recordar de nuevo a esas buenas personas. A ellos y a toda la parea de Agioi Apostoloi, Stavrula y Spiros, Kostas y Panoiotis, María y Maquis, Popi y Yiorgos, o Valy y Yiannis..., y sus respectivas familias.

Ψαραντώνης.  Psarandonis (21/8/13).  Εσβησ' αέρας το κερί/ Άντρας που δεν εκάτεχε.



Todo el cielo,  diurno  y  nocturno.
Petriés.  Eubea. Grecia, verano 2012.

No se me da bien eso de las celebraciones cristianas del Amor Universal a plazo fijo, luces de fiesta y grandes almacenes, y por eso no acostumbro a mandar felicitaciones o desear un próspero año nuevo, ni aquí ni en parte alguna, como es norma para otros por estas fechas. No soy tan duro, porque en realidad no lo digo con esas palabras, pero de algún modo lo digo, como aquí.

Y sin embargo me llegan detalles como la tarjeta que nos envió el año pasado Marza, la hija de Popi y Yiorgos, algo personal, tierno y hecho con cariño.
Porque al final viene a resultar que las palabras y las frases no son más que fórmulas más o menos convencionales. ¿Qué gran diferencia hay si yo utilizo la frase que tengáis un buen año, o que el invierno sea leve?, cuestión de estaciones y fórmulas gramaticales. El asunto es arroparnos para entrar en calor.

Y las fechas no son sino otra convención. Por eso cada uno con su creencia, sin imponerla a los demás, como y cuando quiera, pero que quiera si es posible.
Como no se me da bien por mucho que lo verbalice, la entrada de hoy será corta, me gustaría ahorrar palabras pero que les llegara el cariño.

Kiko Veneno. Está muy bien eso del cariño   Respeto.



La máquina con la boca abierta

Una pequeña mención a los tres temas de hoy. El primero, de Psarandonis, es una grabación en directo de agosto pasado, cuando estábamos en Kárpazos, lo subo porque me pongo en el lugar del maestro de Anogeia, y ése sería el entusiasmo que quisiera transmitirles hoy, aunque sé que este gran loco no es lo que más motiva a la parea.
El segundo de Kiko, ya lo dice casi todo en el título del álbum, Está muy bien eso del cariño, y en la letra de la canción Respeto.

Y el tercero de Sofía Vembo se titula La tabaquera, que vendría a ser una petaca, tal vez una pitillera, apropiado en cualquier caso para ilustrar musicalmente el regalo de Lisi y Diamandís. Ya había puesto otra versión, un dúo de Marika Ninou y Vasilis Tsitsanis que me gusta más, pero hay que variar.

Si no lo dije lo repito: ¡Salud y buen año a todos!

Μ. Τραϊφόρος. Γ. Γιαννακόπουλος. Ι. Ριτσιάρδης.  Σοφία Βέμπο.  Η ταμπακέρα. (1950)


Υγεία, φίλοι μας, και καλό χειμώνα!!


Barbarómiros

P. D. Cariños también a todos los lectores de Psilicosis que me han acompañado, a los comentaristas, seguidores y amigos: sin vuestro apoyo dudo que hubiera llegado hasta aquí. Salud, abrazos y buen invierno.

Ramiro 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Is my man


Rodas.
Grecia, verano 2013.


Quelonios en La Carrera de San Jerónimo


Lo veo todo ictérico y sangrante

tal que un helado de limón con guinda

cuando las tortugas cruzan lentas

por el ojo del culo del congreso


Que me saquen esa muela de la boca del cuerpo

dice una diputada estrecha de caderas

y aplauden sus señorías sus orejas y al compás

sus cojones sus labios venusianos y sus belfos


De  Interrogatorios y Otras partidas perdidas.  2013.

Ramiro Rodríguez Prada.


Maruja Garrido.  Es mi hombre.



Salud


P. D. Una sugerencia de Ana Capsir que también me gusta:

Leonard Cohen.   I'm your man.

http://www.youtube.com/watch?v=tKjSr1zOTq0&feature=youtu.be

Besos!

jueves, 19 de diciembre de 2013

99


Dos colgaos
Oviedo 2013.


Salí a tirar la basura



con la intención de echar un pitillo en la escalera exterior de la casa, hacía buena noche y no parecía que el sueño me viniera a visitar muy pronto. Dicho y hecho, a la vuelta me senté en las escaleras. Por la acera bajaba un tipo como de unos cuarenta años con una borrachera patentada. Iba midiendo el ancho a zancadas irregulares e inseguras. Ya me pareció que me había visto y me preparé para aguantar el chaparrón. Al llegar a la altura de la escalera se detuvo tambaleante y sin más preámbulo me preguntó si tenía un cigarro, farfullando y en plan chuleta. No, sólo éste, le dije señalando el que me estaba fumando. ¡Dame una calada! ¡No, joder, mira a ver si encuentras a alguien que lleve tabaco, coño, que me quiero fumar el pito yo solo, caramba! No me sentía nada solidario en ese momento, había compartido un canuto allí mismo hasta con una puta, que a saber si no vendría de chupársela un momento antes al último cliente, pero no pensaba pasarle el cigarro a aquel baboso. El tipo, bamboleante en medio de la acera, se metía las manos en los bolsos del pantalón y de la chaqueta palpándose la ropa, como si buscara una cartera perdida. No iba mal vestido pero sí  cargaba con todas las trazas de un juerga monumental. ¿No tendrás cinco euros?, me dice el prenda después de terminada su infructuosa exploración. No tengo nada, y déjame tranquilo ya, por favor. ¡Joodeeer!, empezó, ¡Sales a la calle solo, sin tabaco, sin dinero!..., ¿¡Y si te pierdes, tío, y si te pierdes, qué, eh!?... . No sabía si reírme si mandarlo a la mierda y le dejé las últimas caladas del cigarro antes de desearle las buenas noches y meterme en casa.


Julio Fernández Falcón. Carlos Gardel.  Cara rota.



Salud y felices pesadillas


ra


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Pucheros


León, 2012.

Varroa destructor


Tenía cuatro pucheros de miel en su vieja cocina. En tiempos de abundancia siempre estaban llenos, sacaba del más pequeño e iba rellenando con los mayores los de menor tamaño. Con el trasiego se aseguraba de ir gastando la miel más atrasada. Y cuando el grande se vaciaba no tardaba en cargarlo de nuevo. No llevaba la cuenta de la miel que consumía, sin duda mucha, era buena para la salud y él goloso. Pero un día se le terminó el suministro, acaso por la crisis de las colmenas que acabó con muchas abejas, y no pudo reponer la miel del grande. Tenía tres pucheros colmados, si se administraba tal vez le llegaran a final de año. El mal de las abejas podía tener solución en la próxima campaña. Sin embargo se comió el siguiente casi a la misma velocidad que en época de bonanza, la gula lo dominaba. Le quedaban los dos pequeños, todavía estaba a tiempo de poner remedio, era menos de la mitad de su dosis habitual, pero con un poco de esfuerzo podía conseguirlo. Las perspectivas para el año siguiente no resultaban halagüeñas y no sería mala idea incluso estirarla unos meses más, por si acaso. Sólo era cuestión de un poco de control, así que empezó a racionar la dorada golosina. Muy cerca del fin de año comprobó con pena que, a ese paso, el tercer puchero no le llegaría a Nochevieja. Haciendo de tripas corazón redujo aún más el consumo, apenas la punta de una cucharilla del café cada día. Logró así alcanzar la Epifanía, obteniendo beneficios para su salud gracias a porciones infinitesimales de miel que debían actuar en su organismo cual sutil medicina homeopática. En esas condiciones, con el pequeño puchero que aún le quedaba lleno, podría tirar otro año, ¡o más! Había oído que la miel era poco menos que inmune al tiempo, que se había encontrado en condiciones de consumo en ánforas griegas anteriores a Pericles y en tumbas egipcias de varios faraones. Pero cuando llegó la hora de meter la cuchara en el último puchero le dio un escalofrío y un nosequé. Brillaba pura la miel como el oro al sol. Semejante a una tentación, lo asaltó la burla de aquel que, para ahorrar, enseñó al burro a no comer y cuando ya lo tenía acostumbrado se quejaba de que se le había muerto... de hambre. A punto estuvo de tragarse el puchero de una sentada, pero se contuvo. Lo encontraron muchos años después de la crisis apícola, momificado, sentado a la mesa frente a un puchero intacto de miel, apta para el consumo.


Ramiro Rodríguez Prada


Cuco Sánchez.   Miel amarga.

http://www.youtube.com/watch?v=9phQ2QCzIUs


Salud

martes, 17 de diciembre de 2013

Η Ρόδος. Rodas -3


La muralla medieval sobre el puerto de pescadores de Kolona.
Rodas.  Grecia, verano 2013.


Rodas -3


Buenos días. Para entender un poco la prosperidad de Rodas durante la estancia de los Caballeros de San Juan en la isla, desde 1309 cuando desalojaron a los otomanos, hasta 1522, en que éstos, con Solimán II, volvieron a recuperarla, puede venir bien esta cita de Durrell de su libro sobre la Venus marina:

Los historiadores han hecho notar el cambio gradual que se produjo en el carácter de la Orden, después que conquistó a Rodas y obtuvo también los vastos bienes que le dejaron los difuntos templarios. La acumulación de enormes riquezas materiales, dicen algunos, minaba en forma gradual la estructura moral de la organización. Los intereses seculares habían empezado a competir con los espirituales. 

Y es que la Rodas medieval impresiona. Pero no sólo por la espectacularidad de sus gruesas y altas murallas, las siete puertas que se abren en ellas, sus torres y contrafuertes almenados, el foso que la abraza por el oeste, que son al fin y al cabo las defensas de una gran fortaleza, de una caja fuerte, dada la riqueza de los Hospitalarios, y lo primero que se ve, lo evidente; o por la belleza de los edificios más emblemáticos y los palacetes de los civiles ricos; o por la proliferación de hermosas iglesias bizantinas y mezquitas otomanas; Es también, y para mí, sobre todo sus barrios populares, las tiendinas y viviendas de la judería y el barrio musulmán, las casas italianas, las placitas apartadas del bullicio, las umbrías rodeadas de árboles y flores, los pasajes oscuros, los arbotantes de piedra que cruzan las estrechas callejuelas junto a las ramas de los árboles de los jardines y las buganvilias que cuelgan de los muros, los balconcillos otomanos de madera, el maravilloso trabajo de cantería en dinteles de puertas y ventanas, el suelo empedrado sistemáticamente, con las piedras colocadas de perfil, de cantos rodados del tamaño de un huevo de gallina, pulidos como joyas, con dibujos que alternan la piedra gris y la negra... .

Este último párrafo ya me serviría como final, porque es un buen resumen del cogollo de la cuestión rodia, digamos en broma. Pero aún me quedan algunas cosas.

La elección del paso por Rodas en dirección al sur del archipiélago, hizo que renunciáramos a entrar unos días en Turquía, que fue nuestro plan inicial. Aunque, tanto desde Kos como desde Rodas, es un paseo en kaike de una o pocas millas y, en otras circunstancias, una buena opción, fácil, interesante y no muy costosa que hemos probado algunas veces.

Fanis Karoussos y el  colectivo Cok Malko.  Arabas Perna. Entarisi Ala Benziyor.

http://www.youtube.com/watch?v=xxqx-RafZis


Calle comercial de Rodas
Grecia, verano  2013.

Ahora que veo las camisetas de las estrellas, recuerdo que me referí en Sombras de Rodas a las auténticas sombras de la ciudad en medio de los ríos de turistas y el sol del Egeo, no de las que yo puse en aquellos capítulos.
Son una docena de niños y niñas gitanos muy pequeños, la mayor no tendrá doce años, que ruedan por la ciudad pidiendo, tocando distintos instrumentos, componiendo estatuas en plazas y, en definitiva, buscándose la vida como pueden. Son la otra cara de la moneda, y no la oculta de la estrella, por cierto, pues está bien a la vista de todos.

No seré yo quien pretenda reformar los hábitos de un país señalando sus defectos, teniendo como tenemos en el nuestro ejemplos tan duros que nos avergonzarían igualmente, pero la realidad es ésa. Los padres ni pueden ni quieren responsabilizarse y el Estado, que es quien debería buscar soluciones, pasa de todo, y los niños siguen tirados todo el día por las calles.
Pero repito lo ya dicho, les dedicaré una entrada para tratar el tema más en profundidad y ya que tengo algunas imágenes, no muy buenas porque siento tristeza y vergüenza al fotografiarlos directamente y son robadas, la mayoría en marcha o desde lejos, pero servirán para ilustrar el texto y darán una idea más precisa del problema.

Y como hablar de necesidades, a los hijos de la posguerra nos abre el apetito, haré sólo una última referencia a la comida, puesto que ya dediqué varios puntos a ella en el capítulo precedente.
Seguramente no soy un buen guía gastronómico de Grecia porque no me puedo permitir determinados lujos, y no por falta de gusto. Por eso sólo comimos media docena de veces en Rodas de babero, es decir en restaurantes con algo de porte, y eso contando la comida que hicimos en el sur de la isla el día que alquilamos el coche.

Pero la comida popular griega es muy sabrosa y lo más común lo conocemos bien. Mejor los restaurantes apartados del interior de la ciudad vieja que los céntricos. Buenas carnes a la brasa, berenjenas imám y melintsanosalata. 
El vino tinto de la isla tiene personalidad, no estoy seguro de si es el Kalavarda del que escribe Durrell, pero creo que sí porque es como él lo describe, fuerte y tosco, aunque de un sabor no tan peculiar como ese tinto de Limnos que llaman Kalambaki, ¡y muy caro!, y eso que lo sirven a granel en jarras de medio litro, misó kiló, como en toda Grecia.

Y también probamos un par de blancos y la retsina, más barata, que se dejaban beber bastante bien.
En un par de cenas nos invitaron a un chupito de koriantolino, el licor tradicional de la isla que la mi morena prefirió cambiar por un seco tsikudiá cretense.
El koriantolino es una especie de ratafía parecida a la gerundense, ibicenca, francesa e italiana, licor mediterráneo donde los haya, un aguardiente con anís, aquí ouzo, y hierbas, entre las que figura el cilantro, y que puede alcanzar los 40º alcohólicos. También cercano al orujo de hierbas del noroeste ibérico, pero más suave y dulzón. Lo sirven frío, lo que lo hace más peligroso, porque entra mejor al atenuarse un poco su empalago.

Fanis Karoussos, santouri. David Brossier, viola d'amore. Ian Balzan. laúd.  Danza de Rodas.

http://www.youtube.com/watch?v=H9GDhEcpuPk


El faro de Mandraki  en la Torre de San Nikolás al atardecer.
Rodas,  agosto  2013.

Después de haber pateado Rodas durante cinco días largos, no pudimos contactar con tres personas que nos hubiera prestado ver, y que probablemente estaban en la isla.

Una de ellas era Zanásis Pájos, el chaval, el palikari que nos dejó su coche y su casa en Halkida el primer año que pasamos las vacaciones en Eubea. Lleva dos o tres temporadas currando en Rodas y de cuando en vez la morena tiene nuevas suyas a través de facebook, pero no llegamos a saber si seguía en la isla.

La segunda persona era Coralia, una amiga que hacía un curso de traducción en la ciudad, novel traductora a su vez, y con la que al final no pudimos tomar las biras que queríamos, aunque sí llegamos a hablar con ella algún día. La saludaríamos en diciembre, ya en Gijón, la tarde de la presentación de la novela de Alkí Zei, La novia de Aquiles, de la que es traductora junto a Pedro Guil, evento del que dimos cuenta aquí.

Y la tercera Konstantina, la amiga griega de Ana Capsir, Navegando por Grecia, que había pasado un tiempo en Valencia, cantando, y recientemente se había ido a Rodas. Tampoco sabíamos si seguía en la ciudad.

Cuando vamos a Grecia compramos una tarjeta telefónica, en realidad es un papel con un número que hay que incluir en cada llamada, que resulta baratísima, y que venden en los perípteros, kioskos. A veces hay problemas para conseguir conexión, pero el ahorro es grande: en un mes, en comparación con el gasto de otras tarjetas plásticas o el móvil, sólo con las llamadas a la familia y algunos amigos, se pueden ahorrar veinte o treinta eurakos. Todo cuenta, pero fue la razón de no poder hablar con Ana para saber el paradero de Konstantina. Pregunté en un par de sitios, pero nadie me supo dar pistas, hay muchos músicos y pequeños grupos actuando por restaurantes, locales y hoteles de todo Rodas. Oportunidades perdidas, una pena.

Y creo que con estos tres capítulos sobre el viaje, más los tres de la etiqueta Ombres y la entrada prometida sobre el periplo isleño, habré contado lo más sustancial y será suficiente de momento para Rodas.

¡Adío, callejuelas silenciosas y sombreadas, plazoletas solitarias, dormidas, adelfas, buganvilias e hibiscos, todo el color azul del mar y el cielo que casi abruma, tierra del sol y de la luz salvaje!...

Gregorio Paniagua. Atrium Musicae de Madrid.  Lamento.

http://www.youtube.com/watch?v=xotPWR5I8RY

Υγεία, Salud!


Ramiro Rodríguez Prada