miércoles, 23 de enero de 2013

O Μάρκος Βαμβακάρης, Marcos Bambakaris


Grecia, verano 2012

Βαμβακάρης


O Βαμβακάρης, según noticia del mi Dimitraki debe ser otro nombre parlante, porque βαμβάκι es algodón. No sé si sería correcto traducirlo por El Algodonero, El Algodonoso tal vez... . La industria del algodón ya sabéis que fue muy griega, en especial por el cultivado en Alejandría, y él mismo trabajó de niño en una fábrica de hilaturas de algodón.

Pero la verdad es que la voz de Marcos, que es lo que nos interesa aquí antes que las etimologías o las coincidencias, no tiene nada de algodonosa, todo lo contrario, y más en sus últimos años, era ronca, rasposa, distorsionada en falsete agrio y viejuno, casi antimusical.

Markos Bambakaris.  Koróido.  Mamón.

Fue una cinta de Tsitsanis la primera que compramos de Rebétiko cuando íbamos en coche a Grecia, nos dejamos aleccionar por una guía francesa que también hablaba de Bambakaris. Entonces no era fácil encontrar grabaciones viejas del género. Lo que encontramos en un puesto de mercadillo. La otra griega era de Hatsidakis, a quien sí conocíamos algo, pero el rebético era la primera vez que lo oíamos.

En los años 80 empezaba a ponerse de moda de nuevo, de la mano de jóvenes intérpretes. Años después vimos a Eleftería Arvanitaki y a Glykería en Myrina, Limnos, que, especialmente la última, hacían nuevo rebétiko. Y por la misma época escuchamos a un grupo familiar de músicos de paliorebétika, que hasta tocaban una percusión con una gran lata vacía de queso feta.

Pero muy pronto empezamos a escuchar también a Bambakaris. Y en la propia Myrina. Lo ponían por Radio Alfa, una emisora donde trabajaba Yorgos, hermano de Andoñía, nuestra casera. Y vimos algunas grabaciones en programas de televisión que recordaban aquellos años dorados del rebétiko, cuando empezó Markos, los 30 y los posteriores a la 2ª Guerra Mundial.

Βαμβακάρης.  Όσοι έχουνε πολλά λεφτά.  Los que tienen un montón de pasta.


Si Tsitsanis es el compositor e intérprete de rebétiko más importante a partir de los años 50, por méritos propios desde luego, Bambakáris pasa por ser el primero que realizó una grabación de ese estilo en Grecia,  'Να 'ρχόσουνα ρε μάγκα μου, en 1934. Pero, antes que nada, es considerado la figura indiscutible, y no sólo de los primeros rebetes, sino de toda la historia del género hasta la fecha. Su estilo único, que es el de esa voz inconfundible lo hace además perfectamente reconocible.

Dediqué en esta etiqueta una entrada a Marió antes que a Marko, dentro de la rebétika, por galantería y porque es actualmente la figura viva más importante. Me gusta mucho, y también ese puesto de relevancia lo tiene ella bien merecido, sin duda.

Bambakáris nació en 1905, en Siros, como Enmanuil Roídis, la isla más próspera, dinámica y poblada de la Cícladas y cuya capital Ermupuli, lo es de todo el archipiélago.  Pero muy joven tuvo que trasladarse al Pireo, buscándose la vida a salto de mata, de lo que saliera: vendedor de periódicos, recadista, limpiabotas... .
Mientras, aprendía los rudimentos del busuki y se empapaba en las canciones que en los años 20 traían los refugiaos de Asia Menor huídos de las fuerzas de Atatürk y que poblaron las islas, las grandes ciudades griegas y sobre todo Atenas, El Pireo y muchas tierras del Ática adyacentes.

Μάρκος Βαμβακάρης.   Απ οσες αν εγνωρισα.


La temática de sus canciones es la misma de la de todos los grandes rebetes, puesto que vivió los mismos ambientes duros de los arrabales donde cobró vida el género, alcoholismo y demás drogadicciones, violencia, prostitiución, y todo tipo de necesidades. Aunque el origen musical de los diversos estilos, como sabéis, parece remontarse mucho más atrás. Siempre a caballo entre Asia y Europa.

Leía hace poco en un libro de Santigo Auserón, El ritmo perdido, que lleva por subtítulo Sobre el influjo negro en la canción española, una nota donde, buscando el origen de la palabra rumba, llega a mencionar el verbo griego Ρέμβομαι, ré(m)bome, que significa "ir y venir, errar, girar en redondo, actuar al azar". ¡Parece estar describiendo el baile y el carácter errático de los rebetes!. Y por asociación con el verbo...
Pero no menciona Santiago el rebétiko, ni lo emparenta con el tango africano o la rumba. Es un libro muy documentado, tal vez fue un lapsus del polifacético músico. Y, bueno, trata sobre todo el ámbito hispano (y afroamericano).

Mira por donde podéis añadir dos nuevas palabras a los insultos y cagamentos que apunté en un capítulo de diciembre. Creo que por Mamón puse Mámonas y por cabezón Kefala. Hoy Marko nos presta otras dos, antes Koróido, mamón y ahora Pismatara, testarudo, cabezón, uno que se emperra en que lo quieran pero nones.

Μάρκος Βαμβακάρης.  Πεισματαρα. Cabezón. 1938.

http://www.youtube.com/watch?v=Bq1EV-GURiI

Grecia, agosto 2012
  
Como creo que tiene más interés alguna otra cita de ese libro, que muchos datos biográficos del músico que tratamos hoy, porque se refieren también a Grecia y a la música y no las encontraréis a menos que compréis el libro, creo que acabaré este primer capítulo de Bambakaris con eso y poco más. Y las canciones que ya tenía previstas, por supuesto.

Después de mencionar Auserón la coincidencia fonética de palabras bilabiales de origen africano, como "mambo, bembé, samba, rumba, macumba, candombe, cumbia, etc.", rastrea la etimología de rumba y rumbo a través de los distintos idiomas.

"Rumbo remite a los rhomboi de la antigüedad grecolatina, objetos romboidales de madera o de bronce que se hacían girar atados a una cuerda para usos mágicos, produciendo un sonido como el mugido del toro".  Y sigue, y esto creo que les interesará a algunos marineros, capitanas y capitanes amigos: "La forma de esos objetos reaparece en las divisiones de la rosa de los vientos, que los marineros llaman por asociación rombos y luego rumbos". Creo haber leído algo muy cercano en
Navegando por Grecia, el blog de Ana Capsir.

Μάρκος Βαμβακάρης.  Μαύρα μάτια, Μαύρα φρύδια.  Negros ojos, negras cejas.


..."la raíz germana rum, cabida en la bodega. Relacionada con el inglés room, que en español y portugués es rumo, con la misma significación: hueco en el interior de un bajel (pensemos en el uso arrumbar)".
"En francés, rum tiene durante un tiempo el doble significado de bodega naviera y bebida espirituosa"

¿Y qué tiene esto que ver con Bambakaris?, preguntaréis. Pues mucho, porque nació en una isla, vivió en el Pireo y los turkos le hubieran llamado si no rumí, por lo menos romiós,  romano para ellos, otra etimología a tener presente hablando del rum.

Aunque dije al principio que me interesaba más la voz de Marko al final perdí el rumbo y me fui por las etimologías. ¿Pero no os quejaréis del número de canciones?

Los últimos apuntes biográficos. Murió en Atenas en 1972. La casa museo dedicada a su memoria en Ermupuli es uno de los destinos que tengo todavía pendientes, ya cumplida la peregrinación laica al oratorio de Nikos Xiluris en Anogia.

Μάρκος Βαμβακάρης.  Καντονε Σταυρο.

Su tema más conocido es una canción de amor, Φραγκοσυριανή, Francosirianí, una palabra compuesta que podemos traducir por Chica franca de Siros. Ya la puse aquí y también una versión reggae que me gusta, valiente y graciosa, de Locomondo.
Se cuenta que Bambakaris, al volver temporalmente a Siros desde el Pireo, convertido en un reconocido interprete de rebétiko, se enamoró de una chica franca que debió darle calabazas y a la que dedicó la canción.

Al hablar de Enmanuil Roidis, el otro siriota universal, ya conté que en la isla existe una dinámica y numerosa comunidad católica entre la mayoría ortodoxa, que perdura desde la presencia y ocupación de territorios de Bizancio por parte de las potencias latinas de entonces, venecianos, catalanes o genoveses, entre otras. 
A los católicos que quedaron se les siguió llamando francos, aún cuando se habían sucedido las generaciones de griegos autóctonos que ya sólo compartían con los latinos la religión.

Las penas de amor del rebético no son sólo una cuestión estética. Abundan los abandonos de los rebetes por parte de sus mujeres, las infidelidades, las fugas con amantes fijos o temporales. O, lo que es peor, las historias de drogadicción, alcoholismo y malos tratos.
Escojo esta versión de Hatsidakis y Dandonaki grabada en Nueva York con Manos al piano, y no es chiste lo de las manos, sólo coincidencia, porque enlaza bien con un tema de Konstantina, una cantante griega amiga de Ana Capsir, antes en Valencia y ahora en Rodas, de la que la kapetánissa puso un tema de un ensayo en su blog.

Como hablamos de las versiones cultas del rebético por parte de cantantes líricas del éntecno, aprovecho para poner ésta de Dandonaki. Todos estuvimos de acuerdo en que también nos gustaban muchos de estos acercamientos a la música popular, al rebétiko, por parte de músicos clásicos. Mejor si se puede disfrutar de todo si es bueno, sin prejuicios.

Marcos Bambakáris.  Manos Hatsidakis, piano, Φλερυ Νταντωνακη, Fléry Dandonaki. 
Φραγκοσυριανη.

Salud y mucha música

Barbarómiros