sábado, 6 de abril de 2013

Palomares


Palomar con antena
San Justo de la Vega.  León, verano 2012.

Buenos días. ¡Aquí se acabó eso de las palomas mensajeras, se habían quedado anticuadas y eran muy lentas!

Con la revolución de la telefonía móvil sustituyeron al palomo por una buena torreta receptora y emisora, eso de la colombofilia es ya cosa de románticos. Las palomas emigraron a otros pagos, donde el trabajo artesanal bien hecho y sin prisas les permita continuar con su cometido de periodistas, de teletipos casi, y enlaces alados, a cambio de un nido y algo de grano.

Por otra parte ya nadie aprecia un buen arroz con pichones, así que aquí ya no hay palomas, ni mensajeras ni de engorde.

En su día Valentín Cabañas, carasur, fue mi mejor cómplice en esto de las tapias, comentando muchas de las entradas y aportando conocimientos y detalles sabrosos. Él es un profesional del ramo, y un especialista en esto, no un diletante como yo, e incluso participó en la construcción del tejado de un palomar, allá en su Mancha manchega.
La más completa información que he leído en internet sobre contrucciones de barro es un trabajo que me envió él no hace mucho. En la entrada del 4 de diciembre pasado, la 3ª dedicada a Οδυσσέας Ελύτης, Odysseas Elytis -3, me dejó este comentario:

Hola Psilicosis. ¿Qué tal va todo?.
Me he encontrado con un estudio bastante detallado del tapial y no puedo menos que compartirlo contigo. Te mando dos direcciones, la del pdf del tapial directamente y la página del que lo he sacado pues hay otros estudios interesantes. Un abrazo.




Puerta en San Justo de la Vega
León, verano  2012

Aparte de una entrada dedicada al fumadero de El Prat, en septiembre, a la vuelta de las vacaciones, no había vuelto a esta etiqueta desde el verano. Y no lo hice porque en principio tenía previsto terminar con lo que me había quedado pendiente de las paredes de adobe. Pero como aún no tengo las fotografías que iban a ilustrar ese capítulo, voy a dedicar ahora tres a los palomares.

Poco que decir del otrora palomar. Planta rectangular, paredes de tapial, cubierta de madera y teja, como las casas del pueblo. La curiosidad quizá está en el tejado precisamente: a un agua pero con dos niveles, y entre ellos el espacio vertical que los une donde se sitúan las entradas de las palomas.
En el capítulo de mañana subí la fotografía del otro palomar que queda en pie y ahí se ve algo mejor ese nivel.

En el interior, los columbarios excavados en las tapias llenan el frente y los laterales, y en ocasiones tenían paredes intermedias para aumentar el número de nidos.
¡Todavía recuerdo la imagen de una fila de palomas cubriendo todo el borde del alero!...

Las paredes han sido protegidas con un revoque parcial de cemento que trata de detener la ruina y le da ese aspecto de probetón con remiendos, y para colmo con teléfono móvil de última generación a su vera, ¡estamos locos! Pero se ve digno y creo que aún le queda vida para rato. ¡Nos enterrará o incinerará a todos!

Los clavos de herrero de la puerta, que parece de madera de roble, pertenecen ya a las ruinas de otro palomar próximo, el que se ve en esta tercera fotografía de hoy, lo que queda de él. Ni siquiera estoy seguro de que lo sea porque dentro no se ven columbarios...

La tercera razón para estas entregas de palomares, es que el estornino versicolor  tenía en su nido gijonés las pequeñas réplicas en barro de tres modelos distintos de palomares palentinos, muy graciosas y adornadas, y muy conseguidas. Ése será el tercer y último capítulo de esta miniserie.

Restos del pasado
San Justo de la Vega,  2012

Y una referencia curiosa a un artículo muy sabroso, publicado en El Faro Astorgano el viernes 17 de junio de 1988, titulado Palomares y bodegas, en el que Félix Pacho Reyero abogaba por la conservación de estas construcciones tradicionales en Castilla y León, al hilo de la publicación de un libro tempranero, de ese mismo año, intitulado Arquitectura del barro, cuyo autor es Luis A. Ponga.
Para mí el artículo de Félix tiene doble gracia porque lo termina bebiendo a la puerta de la bodega "un jarro de vino nuevo de León" y empieza por encetar "una hogaza de San Justo de la Vega", mi pueblo. ¡Algo haremos bien los cardadores!

Como no tengo mucho que decir con substancia sobre el tema, aparte de lo que ya digan las propias imágenes, a ver si escribo alguna historieta que las acompañe, al menos en esa última entrada.

Y nada más por hoy, sólo un postre musical, ¡y que aproveche!

Louis Armstrong.  Potato Head Blues.  Crazy Jazz.

http://www.youtube.com/watch?v=EfGZB78R7uw

P.D. Echo en falta a los colegas de Schutterchance, Valentín, Marta, José Luis, a los que parecen seguir a veces en descansos prolongados, Belén, Txell o Yiannis. Espero que todos sigáis bien de salud, que es lo importante, y que sólo se trate de una pausa.
También yo he tenido que aflojar este año si quería mantener el ritmo de entradas y casi he dejado de ver otros fotoblogs que no sean los que tengo en Flanvoritos. Sigo entrando casi a diario en ellos aunque no tengan foto nueva, es el vicio en el que me metieron, o me metí, mejor.
Por otra parte, muchas veces he pensado si no los aburrirá tanto comentario y esta fidelidad mía cuasi matrimonial (¡Porqué no te callas!). Los problemas técnicos han sido el mal menor después de cómo empezó el año, pero también contribuyeron a ese relajo.

A fuer de ser pesado yo sigo, de momento, bien acompañado todavía por Andrés, Juan Carlos y Maqroll que mantienen la frecuencia. Pero confío en que se resuelvan los problemas pronto, y que todos ellos nos permitan disfrutar de nuevo de su arte, ése es el tema. Las personas saben que las queremos y que estamos con ellas.

¡Salud y un abrazo!

Ramiro