Dándose calor |
Salí a tirar la basura
y sufrí un ataque agudo de melancolía cuando vi los cubos solos, medio vacíos, como ateridos de frío, arrimados unos a otros protegiéndose del norte tras una farola... . Antes de pisar la acera ya iba llorando. Dejé mi bolsa y me volví sin atreverme a mirar aquellas bocas abiertas, como pajarines pidiendo un gusanín, no tenía nada más que darles. Ya hasta la mierda escasea.
Banda sonora de La eternidad y un día, de Teo Anguelópulos. Eleni Karaindrou
Salud y felices pesadillas
ra