miércoles, 14 de agosto de 2013

H Μαρίκα Νίνου, Marika Ninou


H Μαρίκα Νίνου, Marika Ninou.

H Μαρίκα Νίνου


Buenos días. Ευαγγελία Αταμιάν, Evangelia Atamián, Evangelia Nicolaidu, apellido de su segundo marido, son los nombres propios de la rebétissa griega de origen armenio, Marika Ninu, seudónimo éste que tomó de una famosa cantante de la generación precedente, Μαρίκας Κοτοπούλη, Marika Kotopuli (algo parecido a Marica Pollo).

Según unos, Ninu nació en 1918, en Constantinopla, otros dicen que en el Cáucaso, en Armenia. Tampoco coinciden en la ruta que la llevaría desde allí a Atenas. Algunos la hacen pasar por Salónica a los diez años de edad, para trasladarla a la capital griega en 1939 o en 1945...

Μ.  ΧιώτηςΜαρίκα Νίνου.  Ώρες τώρα σε κρυφοκοιταζω.

http://www.youtube.com/watch?v=nmr3ryEQ_so

Como hay tanta confusión no me fío de la información. Las opiniones más serias que encontré me parecieron las de Dimitris Jaliotis, periodista musical, creo, porque parece que se molestó en documentarse y cita a una sobrina de Marika. 

A tenor de ese relato de la peripecia de Marika Ninu por territorio turco, su familia huía de la guerra y de las represalias del ejército de Ataturk. Recordemos las matanzas de armenios en los años 20, y después de griegos, tema que toca la película América, América de Elia Kazan.

Según la sobrina, la familia salió de Esmirna justo antes del incendio de 1922, se supone que habría cruzado Anatolia desde el Cáucaso, de noreste a oeste, sin pasar por Salónica. Escaparon en un barco de nombre ΕυαγγελίστριαAnunciación, que estaba capitaneado por un hermano de la madre de Marika, tal vez el padre de la sobrina de Ninu que cuenta la historia.

Marika Ninou. Çoban Kızı (Çıkar Yücelerden Haber Sorarım)


Marika nacería en ese barco que los llevó al Pireo y recibió el nombre de Ευαγγελία en recuerdo de aquel acontecimiento y de la nave. La versión echa por tierra y adelanta en cuatro años la fecha de 1918 que se da en otros lugares como la de su nacimiento .

Vuelvo a recordar que 1922 es el año de la Gran Catástrofe de Asia Menor, cuando millón y medio de griegos se vieron obligados a abandonar sus tierras y sus hogares para vivir como refugiados en barrios que en muchos casos eran de chabolas y barracas, con unas condiciones de vida extremas.

Se instalaron en Kokkiniá y en la rondalla de la escuela armenia aprendió a tocar la mandolina de niña, y a cantar en la iglesia, también armenia.

Αθανάσιος  Ευγένικος. Μαρίκα Νίνου.   Η μικρή υου καμηλιέρη.

http://www.youtube.com/watch?v=_0YGy19qpcY

La precocidad musical y amorosa de las rebétissas, recordemos a Eskenasi y Belu, también se dio en Ninu. A los 17 años se casó con otro armenio con el que tuvo un hijo. Este hombre fue uno de los refugiados que volvieron a Armenia tras la 2ª Guerra Mundial, en un barco ruso fletado para transportar a todos los grecoarmenios de Atenas y Salónica que quisieran hacer el camino de vuelta a su patria.

Pero para entonces Marika había conocido al segundo hombre de su vida, el acróbata Nikos Nikolaidis Nino (de ahí su apellido Ninou) con el que formó un dúo artístico y con el que se casó en plena ocupación alemana. Más tarde, con el acompañamiento del hijo de Marika, un niño aún, se convirtieron en trío y se hacían llamar Ντούο Νίνο και μισό, Trío Nino y medio.

Γεράσιμος Κλουβατος. Μαρίκα Νίνου.   Δος του νανι νανι.


Petros Kyriakos, que la oyó cantar fue su descubridor de hecho, aunque después sería Vasilis Tsitsanis quien la elevó a la categoría de reina del rebético.

En 1948 grabó con Manolis Jiotis, aunque el siguiente tema de Jiotis es de una grabación posterior realizada en Estados Unidos en una visita que Marika hizo al país en los años 50, cuando ya estaba operada del cáncer de útero que finalmente la venció.

Perpiniadis la llevó a cantar al Φλώριντα, el Florida, donde parece que la escuchó por vez primera Tsitsanis. Al año siguiente le ofreció la oportunidad de cantar para él en el Τζίμης ο Χονδρός, Jimi el Gordo, ganando más dinero, y allá se fue Marika. En poco tiempo había conquistado el corazón del rebetis y, convertida ya en su musa, desbancó a la entonces compañera artística de Vasilis.

Μ. Χιώτης. Μ. Νίνου.   Πες μου αν με βαρέθηκες.

http://www.youtube.com/watch?v=eIsPBdXJiKw

La pareja que nacía fue de las de largo recorrido y esta etapa la más fértil del gran Tsitsanis. Jaliotis proporciona  algunas cifras significativas al respecto: en los dos primeros años de colaboración Vasilis compuso 97 canciones, entre ellas varias de las más conocidas; en los siguientes tres años, después de una actuación en Estambul de la que salen peleados, escribe sólo 38 temas. Y un año después, cuando ya no actúan como dúo y Marika ha caído enferma, sólo 4 canciones.

El mismo Tsitsanis reconoce en varios pasajes de sus memorias que Marika era una bomba como artista, las inflexiones de su voz, cómo se movía, su gracia e intensidad subyugaban a sus oyentes, que se mantenían pegados a las mesas escuchándola, con llenos diarios en lo del Gordo. Pero además fue la mejor fuente de inspiración para él mismo y su música.

Βασίλης ΤσιτσάνηςΜαρίκα Νίνου.  Ξημερώνει και βραδιάζει.
No hice ningún comentario a las canciones de hoy, de distintos autores como se ve. Brevemente: la primera de Jiotis, aquel gran instrumentista al que llamaron en los 60 el Jimi Hendrix del busuki.
El segundo y el tercero son dos temas más orientales, uno interpretado en turco y el otro del  yia leleli..., no sé si un karsilamás, un arabás, pero en todo caso de los estilos más orientalizantes del rebético.

Todos dentro del género, aunque la canción siguiente del ...nani nani parezca una nana para rebetes. Una más de Jiotis, y la primera de Tsitsanis, de las más populares del dúo, quizá no tanto como la siguiente, prácticamente una canción infantil rebética, que han abordado y grabado todas las grandes voces femeninas del estilo.
La historia de los cangrejines ya la he subido un par de veces, esta grabación ha de ser una reedición del 62, porque Marika murió en 1957.

Βασίλης Τσιτσάνης. Μαρίκα Νίνου.  Τα καβουράκια.


(continuará...)

Salud y buena música

Ramiro Rodríguez Prada