lunes, 11 de noviembre de 2013

Η Κάρπαθος, Cárpatos -2. Pigadia -2


El puertín deportivo de Pigadia y capota de nubes
 al norte de la bahía, sobre  el pueblo de Aperi. 
Kárpazos, Grecia agosto 2013.

Κάρπαθος- 2. Pigadia- 2 


Buenas. El primer día, puesto que no teníamos coche hasta el siguiente, lo dedicamos a recorrer el pueblo y bañarnos en una de sus playas, que bordean esa bahía semicircular de unos dos kilómetros sobre la que se asienta el caserío. La más céntrica, alrededor de trescientos metros de larga, es de arena, después va alternando con los cantos rodados y las piedras directamente.

Hay dos puertos, ése pequeño de la fotografía que llamé deportivo, pero que usan indistintamente los pescadores, y el más próximo al centro, en la esquina sur, donde amarran los kaikes de turistas que hacen el circuito a la isla, pueblines o playas inaccesibles, y otros barcos algo más grandes, cerrado por un espigón donde atracan los barcos de más calado, ferris y mercantes.

El caserío se sitúa en el extremo resguardado de un un gran circo rodeado de montañas. Las cumbres del norte (800 m. aprox.), que rodean Bolada, Ozos y Aperi, antigua capital, que se extiende por la ladera al este de esos montes, están toda la mañana cubiertas de nubes, y a veces todo el día. Hablaré más adelante también de esa cadena montañosa de norte a sur que divide la isla en dos creando dos microclimas.
El pueblo de Pigadia se arracima por el sur hasta un cabo que completa el semicírculo de la bahía y en cuyo extremo, colgado sobre el mar, está ubicado el cementerio, que vale la pena visitar. En otro momento dedicaré algún capítulo a los cementerios griegos, ¡no sé cuando, se me acumulan los motivos y las promesas y se acorta el tiempo!...

La música, como anuncié, es toda de Kárpatos y en concreto de Ólymbos. En esta reunión que podemos ver, donde Pablidis también canta, suma su voz el Papa Yianni, pero la voz dominante de esas grabaciones es la de quien subió el vídeo, Yeoryios Prearis, otro habitual de esas sentadas musicales y de youtube.

Λύρα, τραγούδι, Γιάννης Παυλίδης. Τραγούδι, Παπα Γιάννις Διακογεωριου, Γεωργιος Πρεάρης. Λαούτο, Γιάννης Πρεάρης. 


Yiannis Pablidis, al que ya puse en la primera entrega, es otro de los liraris históricos de la isla. Su hijo Nikos, que sube muchos vídeos a youtube, es también músico tradicional, y su nieto sigue la estela familiar. El chaval, Yiannis, lleva dos apellidos históricos de la música tradicional de su pueblo, porque es Nikolau y además Pablidis. No sé si su otro abuelo es Nikos Nikolau, al que conocimos y escuchamos tocando este verano en una taberna de Ólimbos, junto con su hijo Nikos Vasiliou y un laúd.
Hay un par de grabaciones del guaje, una ensayando con el laúd en compañía de Pablidis hijo, y otra puliendo su lira. Ya lo hace muy bien.

Γ. Νικολαου Παυλιδης, junior, laúd y Nikos Pablidis, lira. 


Kárpatos tiene unos cinco mil habitantes, población que dobla en verano, más de la mitad concentrada en su capital, Pigadia. Ya dejó de ser aquella isla olvidada de la que hablaban las guías aún no hará una docena de años. Una pena no haberla conocido entonces, aunque sus bellezas naturales siguen casi intactas, y digo casi porque en algunos puntos la proliferación de hoteles, apartamentos, reclamos turísticos y cierto caos urbanístico no ayudan nada.
La propia Pigadia es guapa, pero hay que meterse por algunas callejuelas solitarias del pueblo viejo alejadas del mogollón, el paseo del puerto, lleno de restaurantes, y las calles colaterales, con otra buena cantidad de ellos y un montón de bares, heladerías, agencias, tiendas de recuerdos, ropa, calzado y pijadas mil. Todo eso, que se repite en muchas islas, ha terminado por hacer que algunas se parezcan más a remedos en miniatura de Ibizas, Miconos o Santorinis, que a sí mismas.

Pero aprovechemos lo que podamos. Las pitas yiro, que tanto gustan a los rapaces, eran buenas, y en un restaurante, To Ellinikou, pudimos probar varias especialidades griegas, unas dolmadakias (hojas de parra rellenas de arroz) minúsculas, que entrarían en una cuchara del café, las más pequeñas que hemos comido en Grecia. No soy muy aficionado a ellas pero he de reconocer que se deshacían en la boca; o unas melintzanes, berenjenas, al horno, un asado de cordero, o unos macarrones, que hacen ellos mismos en las casas, costumbre a la que ya me he referido en otras ocasiones y que en Kárpatos bordan.

Nos prestan los quesos, así que probamos el Ntopio (Dopio, del lugar), el karpáziko, de nombre Maroúli. Es un queso blanco de cabra totalmente deshidratado, duro por tanto, y muy salado, del estilo del Mizitra curado de Creta. Es un queso para roer, seco y primitivo, pero sabroso. Cada isla del Dodecaneso tiene el suyo, a nosotros el que más nos gustó fue el de Nisyros. Como el mizitra, sirve también para rayar.

Con los desayunos abundantes del hotel Odysseus, las comidas, más humildes y sencillas, las hacíamos en el apartamento. Por el pueblo hay puestos de fruta y verdura en la calle y varios supermercados, alguno con productos griegos, como los tomates cretenses, un poco más caros y que no serán caseros, pero sí superan en sabor y calidad a los que venden las cadenas de alimentación habituales. 

El siguiente tema, y voy cerrando, pertenece a un disco de Δόμνα Σαμίου, Της φύσης και του έρωτα. Repito lo ya escrito aquí sobre Domna Samíu. Era una cantante y folclorista griega que recogió y registró canciones tradicionales por toda Grecia, incluidas las islas. En este disco grabó canciones de Kárpatos y en algunas toca la lira un más joven Nikos Nikolau, el abuelo que conocimos en Ólymbos. Canta Andimisiaris y al laúd Tsabanakis.

Κώστας Αντιμισιάρης,Τραγούδι. Νίκος Νικολάου, Λύρα Καρπάθου. Γιάννης Τσαμπανάκης, Λαούτο.
Ο σταυραετός κι η πέρδικα.


Pigadia. Kárpazos.
Grecia, agosto 2013.

Los domingos no circulan autobuses en Kárpatos. Entre semana los hay a diario y varios a las plazas más importantes.
El coche lo tuvimos que alquilar un viernes y un sábado porque no había el domingo ni el lunes. Normalmente lo devolvemos y regresamos al lugar escogido en autobús, esta vez nos vimos obligados a coger un taxi, so pena de quedarnos dos días más en Pigadia. La diferencia de precio del apartamento -en realidad dos por el precio de uno- que alquilamos en Levkós, donde nos quedamos diez días, más barato que el de la capital, más el ahorro de los billetes del autobús, nos permitió enjugar la pérdida, y los taxis tampoco son muy caros. Si no tienes mucho dinero y quieres pasar un mes en Grecia debes controlar este tipo de gastos, no hay otra manera.

El próximo capítulo lo dedicaré a ese recorrido de dos días por la isla en coche. Y tengo previstos otros dos más, uno sobre Ólymbos y el último sobre Levkós.

Y el tema que cierra pertenece a un disco dedicado a Kárpatos de esa estupenda colección francesa, Musique du monde, un instrumental donde toca la lira Nikos Vasiliou Nikolaou, hijo del anterior intérprete, con los que hicimos parea en su pueblo.

Nikos Vasiliou Nikolaou, lira. Laouto, Andreas Ioannou Fasakis.  Sousta Karpazou


Υγεία, Salud!

Μπαρμπαρόμηρος, Barbarómiros.