viernes, 21 de febrero de 2014

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Dime con quién andas...
(O,  El que a buen cajero se arrima, buena mierda le cobija)



Salí a tirar la basura.



Sentado en los últimos escalones de la escalera de la calle, un adolescente portugués, gitano, tocaba en un viejo acordeón un aire melancólico de su tierra. Se pone algunas veces ahí, porque durante el día hay bastante tráfago de viandantes, pero de noche es una calle tranquila, más bien solitaria, por lo que no puedo comprender qué hace todavía aquí a estas horas, cuando el frío acuchilla y no pasa casi nadie. Si lo escucho durante el día, apenas me llama la atención, aunque suelo dejarle siempre alguna moneda, pero por la noche me encoge el alma. He llegado a pensar que sólo me espera a mí y a la humilde propina que suelo depositar alegremente en su gorra, o mejor dicho, tristemente porque su música me destroza el corazón. Hoy no llevaba dinero encima y entré en casa suspirando, con la intención de volver a pagarle la dulce tortura que me había aplicado, pero cuando salí ya se había ido.



Aires Ribeiro.  O emigrante. 


http://www.youtube.com/watch?v=wLjNF-Dq_z4


Salud y felices pesadillas.


ra


P. D. Un vídeo de Pablo Hasél que subió ayer Felipe Zapico a G+:

¡Me quieren condenar a dos años de prisión por hacer canciones y escribir!  

https://www.youtube.com/watch?v=7fO9HUCRzSc


¡Torquemada vive!